Literalmente el
IPD-Arequipa subornida sus propios intereses sobre los del deporte. Y vaya que
escogió buena fecha para dejarlo en claro. Ayer se celebró el Día del Deporte y
los únicos que celebraron fueron los exalumnos de la “I” que organizaron una
“chingana chupística” en el estadio Melgar.
Inhumana la actitud del
ente rector del deporte mistiano que no tomó en cuenta el esfuerzo que hicieron
los atletas el fin de semana cuando parcharon la pista de atletismo.
Una llamada de alcaldía y
otra de la Región pudieron más que el criterio. Y es que así se maneja el
deporte en Perú. No se respeta ni siquiera sus “templos”.
El estadio Melgar de un
momento a otro se convirtió en un bar gigante. Cajas y cajas de cerveza
ingresaron al campo de juego llevados por camiones que confundieron la pista de
atletismo como las que suelen transitar en su rutina diaria.
La cancha, que hoy albergará
una fecha más de la Copa Perú, se llenó de toldos de un espantoso color
amarillo. También se armó un estrado para que la fiesta de los “alfeñiques” sea
un éxito. Eso al final es lo que importa que los exalumnos se celebren como
solo saben hacerlo.
Pero no habría otros
locales para organizar esta tranca. No tienen un local nuevo o un campo
deportivo también propio. Porqué el estadio Melgar, que significa para el
deporte, salvando las distancias lo que la “I” es para la historia revolucionaria
de Arequipa. Ya el respeto se perdió, habría pensado Simón Bolívar.
Los atletas intentaron
bloquear el ingreso de la cerveza pero el mismo jefe del IPD-Arequipa, José
Antonio Puyó, amedrentó y lanzó frases irresponsables. “O salen de ahí o los
denuncio ante la Fiscalía por apropiarse de un local del estado”, amenazó contó
la presidenta de la Liga de Atletismo, Mónica Roller, que también es miembro
del Consejo Regional del Deporte.
La indignación fue más
grande cuando escuchó: “No hay obligación del IPD dar escenarios deportivos a
las ligas” o “salgan o mando a la policía”.
El IPD nuevamente se
contradice y de qué forma. En el Día del Deporte dejó entrar cerveza a un
escenario deportivo, validó su consumó y el irremediable maltrato a un escenario
que es su razón de ser.
Pero no es la primera vez
que lo hace. El mejor postor puede convertir el estadio en un bar con selló y
firma del Instituto Peruano del Deporte.
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