Melgar no pudo aguantar más

Los últimos partidos de Melgar han sido opacos, fue se fueron filtrando de optimismo por los buenos resultados logrados a nivel local. Ser líderes en Perú y clasificar a su tercera final consecutiva, se pensó que eran motivo suficiente para cambiar la sintonía de lo que pasaba en la Libertadores, pero no logró ocultar lo mal que venía jugando este equipo.
Y no es ser "general después de la batalla". Desde hace varias fechas en las tribunas los triunfos se  masticaban más de lo usual para exprimir y saborear lo poco bueno que se brindaba futbolísticamente.
Fue Cristal el encargado de quitar el velo de la duda sobre un equipo que a estas alturas, ad portas de un partido de descarte ante River Plate, ha bajado considerablemente su nivel.
Y no es solo el 2-0 en contra, ni la derrota en frío, sino lo poco que mostraron los pupilos de Juan Reynoso en la cancha del Gallardo. Tampoco es un accidente, porque ya hace varias fechas que Melgar ha perdido jerarquía y explosión, pero pese a esas falencias va a disputar una final más.
A Melgar le ha bastado el peso del plantel y haber aprendido bien un guión dictado por su entrenador Reynoso para ser protagonista en Perú, pero las exigencias a estas alturas  son mucho más que conseguir un triunfo, lo que se pide es un equipo sólido, prepotente y osado.
Con ese panorama Melgar recibirá el jueves a River Plate y luego jugará la primera final en Arequipa ante UTC.

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