El intermediario de Melgar

Guillermo Santiago Zariquiey Guillot (58) ha recibido por parte del FBC Melgar 22 mil dólares, según lo publicado por la Federación Peruana de Fútbol en el Informe Intermediarios Abril 2018 - Marzo 2019.
Según se explica en el comunicado, Zariquiey, quien es gerente general de Agencia Deportiva S.A., participó en transacciones (contratos) de dos clubes: Melgar y Cienciano. Por ese servicio, recibió 22 mil dólares por parte del dominó y 5 mil dólares de los cusqueños.
No es la primera vez que Melgar paga los servicios de un intermediario, ya en el periodo Abril 2017 - Marzo 2018 también abonó la misma cifra; es decir, 22 mil dólares.
¿Qué son los intermediarios? Según el Reglamento de Intermediarios elaborado y publicado por al Federación Peruana de Fútbol, son las personas naturales o jurídicas que actúa en representación de un club o de un jugador en la negociación y/o celebración de un contrato de trabajo de futbolista profesional, o en un acuerdo de transferencia de un jugador profesional entre dos clubes.
En el periodo 2017-2018, solo cinco clubes utilizaron intermediarios para sus negociaciones: Universitario, Cristal, San Martín, Melgar y Cienciano. En el 2018-2019 fueron solo tres: Melgar, Cienciano y San Martín. 
Son pocos los clubes que utilizan, oficialmente, intermediarios para sus contratos. Por ejemplo, Binacional realiza sus negociaciones directamente con los futbolistas.
Los intermediarios cobran entre el 3 % del ingreso bruto del jugador según el contrato de trabajo o de la suma de transferencia, según lo estipulado en el Nuevo Reglamento de Intermediarios publicado por la FIFA en el 2014.
En el Perú existen 34 intermediarios, entre ellos Zariquiey quien es un personaje particular. Por ejemplo, en el 2013 fue absuelto por la Primera Sala Penal Liquidadora de la Corte Superior de Justicia de Lima  en el proceso que se le siguió por el delito Contra la Administración Pública, colusión desleal y  falsedad genérica en agravio del Estado.
Según la denuncia que se entabló en el 2003 por el Ejército Peruano y que también implicaba al general Nicolás de Bari Hermoza, la empresa que dirigía, Dekada Inversiones, fue favorecida en licitaciones. Pero todo se aclaró diez años después y fue declarado inocente.

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