Sus puños tenían la fuerza del volcán, cada gancho suyo
era una erupción y asumía los golpes con la templanza del sillar. Ese fue
Melitón el “Cachorro” Aragón, arequipeño nacido el 2 de febrero de 1901.
Es una leyenda, pasada al olvido, del pugilismo peruano. Fue campeón
sudamericano de peso pluma el 26 de setiembre de 1928 cuando en Lima derrotó
por puntos en una pelea de 15 rounds al chileno y vigente campeón Carlos
Uzabeaga.
Antes de esa pelea, el también conocido como Negro, venció por
puntos al campeón europeo de la categoría, el italiano Domingo Bernasconi, en
Buenos Aires el 3 de mayo de 1928. El combate fue a doce asaltos.
Era tal su calidad que prosiguió su carrera profesional en Estados Unidos,
específicamente en la cuna del boxeo mundial: Nueva York, donde fue
protagonista. Desde ahí envió una carta, en enero de 1930, dirigida a todos sus
seguidores arequipeños. La misma fue publicada por el diario el Pueblo.
La misiva es corta pero contundente como sus golpes. Es la de un
arequipeño que no olvida sus raíces ni a sus paisanos. Simple, pero refleja el
carácter de un hombre duro, pero a la vez sencillo, humilde. Va dirigida a uno
de sus amigos, el periodista que firmaba con el seudónimo de Umpire, uno de los
primeros periodistas especializado en deportes de Arequipa.
“Recordado Umpire – espero no te olvides de tu ‘negro’ – y salúdame a la
afición de ese gran pueblo que nos vio nacer, por intermedio del medio en el
que trabajas, El Pueblo, el querido y gran periódico mistiano. No olvides mi
súplica, tú tienes buen cerebro y sabrás desarrollar, te escribo en el próximo
correo, ya sabes, Melitón”.
Umpire, luego escribiría: “El público lector sabrá aquilatar lo que vale
el saludo del negro Melitón que desde tierras lejanas, desde la Meca del
Pugilismo Mundial envía su saludo a la tierra que meció su cuna y donde residen
sus queridos viejos y sus recordados hermanos. En cada una de sus frases está
vivo el recuerdo de los suyos y de la afición local que supo en toda
ocasión aplaudirlo para que siga brindando a nuestra patria y en especial a
nuestra tierra arequipeña las glorias que sabe conquistar en el cuadrado
enfrentándose a verdaderas estrellas, glorias para el deporte nacional”.
“En tierras americanas el Cachorro ha tenido dos actuaciones que han
servido para consagrarlo como una verdadera esperanza: la primera que a decir
de los críticos deportivos de Estados Unidos le fue injusto el fallo pues
merecía el triunfo y no el draw (empate) y en la segunda en la que logró
imponerse en los puntos a un verdadero boxeador, para quien los secretos del
ring eran un mito. La labor realizada en tierra extranjera por Melitón hasta la
fecha ha sido sencillamente admirable y no pecamos de optimistas ni nos guía el
afecto personal que nos une a Aragón al hacer esta declaración, que su nombre
será auroleado por la fama merced a sus esfuerzos y al cariño hacia su terruño,
cuyo recuerdo no lo abandona en los momentos más críticos de su carrera
boxeril”.
Su último triunfo fue en 1934 ante el chileno Reynaldo Acevedo. A los 33
años colgó los guantes. Oficialmente se le contabiliza 68 peleas, de las
cuales 9 las ganó por nocaout. El 1 de enero de 1935 subió por última vez
oficialmente a un ring, peleó con otro chileno, Osvaldo Sánchez, perdió
por puntos.
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