![]() |
Pose de crack. Ruffo en Huracán. |
Su currículum, aunque lo escribió a punta de goles ya hace más de cuatro décadas, es la
envidia de muchos futbolistas. Dos veces campeón de la Copa Perú con dos de las
camisetas más pesadas del fútbol arequipeño, Melgar y Sportivo Huracán, y, ojo
con este detalle, ha sido el único que ha defendido tres camisetas mistianas en
el fútbol profesional. Como él pocos, recalca el periodista Tino Villena en su
libro Fútbol Arequipeño Inolvidable, publicado en 1994.
![]() |
A los 17 años en Piérola. |
Tiene razón. Ruffo Fernández Romero es un hito en la historia futbolística
de Arequipa. Próximo a cumplir 80 años, lo hará el 7 de noviembre, este
miraflorino que vive solo a unas cuadras del populoso barrio de La Chavela, aún
mantiene esa chispa que le valió para ser catalogado como “palomilla”, aunque a
él más le gusta decir que en su mejor época fue la “vedette del fútbol
arequipeño”.
“Todos los equipos me querían, era como la vedette del fútbol arequipeño”,
recuerda sin falsa modestia.
Fuerte, veloz, encarador, así fue el Rufo en la cancha. Con ese look que
del bigote pasó a la barba profusa, al estilo del Che Guevera. Inconfundible
para los defensas rivales que lo tenían que soportar cuando se metía en el
área, a la que convirtió en su segundo hogar.
-A los 16 años comenzó jugando en la Segunda División de Arequipa
“Sí, por el Atlético Simón Bolívar del barrio de La Ranchería, que quedaba
al final de la calle Mercaderes, en Octavio Muñoz Najar. Jugué solo un año
(1956) porque luego me jala Piérola para la Primera División cuando su
presidente era Julio Oporto Zea”.
-De ahí todo fue en ascenso
“Tras campeonar con Piérola en 1963, en el 64 me voy a White Star. En un
partido preliminar que jugamos contra Piérola, me observa el Chino Dávila que
era un dirigente de Universitario de Lima y me invita a jugar por el equipo
junto a Luis Ponce Arroé. Recuerdo que nos citó al aeropuerto, pero Lucho nunca
se presentó y el dirigente me dijo: te quedas o nos vamos. Yo me fui, era una
buena oportunidad de jugar en Lima…”.
![]() |
Con Melgar junto a Ponce Arroé, Delgado, Barra, etc. |
-Llegó a Universitario a un equipo fuerte donde estaba el mundialista
mollendino Nicolás Fuentes…
“Yo llegué a Universitario y salió del equipo Adrián Torres, fue como
arequipeño por arequipeño. Cuando llegué a Lima le pregunté cómo era el equipo
y me dijo: todo bien, solo tienes que cuidarte de la argolla porque estos
limeños son bravos. En ese equipo estaba Jorge y José Fernández, Cruzado,
Casaretto, Calatayud, Fuentes, Lobatón y nuestro entrenador era Marcos Calderón. No me
fue mal, estoy seguro que si me quedaba en Lima fácil tenía una posibilidad en
la selección, pero regresé”.
-Juega por la U en 1965, y vuelve a Huracán
“Huracán se va a Lima para jugar un cuadrangular y me dicen para regresar.
Acepté. Justo ese año (1966), Melgar fue como invitado al Descentralizado, me
llamaron para reforzarlos, pero ya tenía un compromiso con Huracán”.
![]() |
Junto a Ávila de Melgar y Pelé del Santos. En el amistoso de 1966. |
-Pero luego se viste de rojinegro
“En 1967 me convoca Melgar para jugar la Copa Perú. Salimos subcampeones el
69 y 70, estuvimos cerca, pero en 1971 logramos campeonar. Ese año jugamos
fútbol profesional y anoto cuatro goles”.
-No sé quedó en Melgar
“En el 72 me voy a Huracán y un año después (1973) campeonamos en la Copa
Perú. Ese año también juego fútbol profesional”.
-Cambió de camiseta muy rápido
“Sí. Para el 74 es Piérola el que me llama para jugar la Copa Perú, pero
como se suspendió la finalísima, todos los campeones departamentales jugaron
fútbol profesional como invitados”.
-En cuatro años (71 al 74) jugó fútbol profesional por tres equipos
diferentes y coincidentemente las camisetas más pesadas del fútbol arequipeño
“Es algo que creo que nadie ha hecho. En todos esos equipos me sentí bien.
Cuando campeonamos con Melgar fue una celebración grande en Arequipa gracias al
gol de Luis Ponce Arroé, un gran jugador. Con Huracán fue lo mismo o un poco
más, recuerdo que llegamos al aeropuerto y de ahí nos llevaron en un bus hasta
la plaza de armas. En toda la avenida Aviación había gente que nos saludaba y
la plaza estaba llena, nos recibió el alcalde José Velarde Soto (en esos años
de régimen militar existían Agentes del Poder Ejecutivo). Inolvidable”.
-Con Patato Marquez, compartió vestuario…
“Sí, en Melgar. Un buen jugador. Tenemos una amistad, pero en esos años él
estaba en un grupo con Palacios, Arroé y yo en otro con jugadores que habíamos
pasado por Piérola”.
-También estuvo en el partido de febrero de 1966 contra Pelé
“Sí. En esos años los equipos te llamaban para reforzar y lo hacíamos.
Reforcé a Melgar ante Santos y jugamos contra Pelé, luego también jugué ante
Botafogo”.
-¿Qué le ha dado el fútbol?
“Mucho, mi casa, pero también me quitó mi juventud”.
-Antes los jugadores eran bohemios o mejor dicho, tenían más libertad para
hacerlo
“Eran otros tiempos. Recuerdo que cuando llegué a Piérola estaban los
mayores como Rodríguez, Ballón, Ramírez, que antes de entrar a la cancha
sacaban una botellita pequeña de coñac y tomaban para calentar”.
![]() |
En White Star en los 60'. |
-Algunos jugadores que lo hayan marcado
“Sin duda Perico León, me encantaba como jugaba. Tenía fuerza, velocidad.
También Héctor Chumpitaz que era recio, fuerte, te trabajaba a la boquilla,
pero no era golpeador. El que sí era maloso era La Torre, un rompe piernas. En
Arequipa sin duda Jorge Bustamante, un back con mucha presencia, o Eduardo
‘Ratón’ Rodríguez, un jugadorzaso como Guillermo Fuentes (abuelo del rojinegro
Paolo Fuentes) que comenzó jugando como delantero y terminó de volante. Hay
muchos para recordar”.
![]() |
Selección de Arequipa de los 60. |
-Por qué tantos años en Piérola. Jugó en ese equipo hasta 1984
“Es un club humilde, de trato de familia. Tenía la mejor barra”.
-Conocido ese grito “Viva Piérola y sus mujeres”
“Se tenía una barra de pura mujer que estaba en occidente que encabezaba la
esposa del presidente del club, el ingeniero Llamoca, la señora Fortunata a la
que llamábamos la Tongolele. También estaba la “ccora” Emilia, que era
terrible”.
Comentarios