Hace 50 años, un 20 de febrero de 1974, el entrañable FBC
Piérola derrotó 3-1 a Melgar y logró su ascenso al Campeonato Descentralizado, dejando
a los rojinegros al borde del descenso.
Piérola el club más popular del fútbol arequipeño, es
llamado el equipo del pueblo, de esta
forma lograba su hazaña deportiva más importante de su historia.
Ese tradicional grito de batalla: “Piérola y sus
Mujeres”, retumbó en toda Arequipa. Piérola esa tarde de miércoles fue el más
grande y su hogar, la conocida Casa Rosada, acogió a todos los arequipeños que
hicieron suyo también tamaña proeza.
Sí, proeza. Porque al frente estaba Melgar, ese equipo
que quedó tercero en el Descentralizado, solo detrás de Cristal y
Universitario; y que clasificó a la liguilla por el título ubicándose en el
sexto lugar. Ese año Melgar pudo lograr su primer título profesional; pero casi
desciende.
PIÉROLA ENTRE LOS GRANDES
El fútbol arequipeño tiene sus “cinco grandes”. En ese
rubro están White Star, el primer campeón de Arequipa; Aurora, Melgar, Piérola
y Huracán. Esa denominación la ganaron en la era amateur de las décadas del 20,
30, 40, 50 y 60. Antes los nombres que resonaban eran otros como el Atlético,
Modern Sport, Pacific June, etc.
Piérola hasta ahora es considerado por viejos futboleros el
club más popular de Arequipa por su gran arraigo popular. Su arraigo era tal
que podía llenar el estadio Melgar con su sola presencia. Cómo no recordar
aquella vez, a finales de los 90, cuando casi pierde la categoría en la Liga
Distrital de Fútbol de Arequipa y en el partido definitorio ante Polper llevó
cerca de 8 mil hinchas al estadio que vibraron cuando las “ardillas” se
salvaron de la baja.
Ese es un ejemplo del cariño que tiene la afición
mistiana por Piérola.
Aquella temporada de 1973 donde se corona campeón
distrital y provincial de forma invicta en la mejor campaña de su historia, los
hinchas characatos no solo estaban pendientes de lo que hacía Melgar y Huracán
en el Descentralizado, también estaban atentos a lo que hacía Piérola en la
Copa Perú.
Cuando gana la
departamental de la Copa Perú en aquél recordado partido del 20 de enero de
1974 en Tacna ya el interés del aficionado por Piérola era mayor. Esa tarde, en
encuentro de desempate, venció en el estadio Modelo al Marítimo de Mollendo por
2-0 con goles de Guillermo Farfán y un autogol de Jorge Esquivel.
BASES DE LOCOS
Para entender la organización del deporte en aquellos
años hay que puntualizar que el país tenía gobierno militar encabezado por el
general Juan Velasco Alvarado. En el fútbol especialmente se adoptó la política
de descentralización con la cual se buscaba la mayor presencia de equipos
provincianos en el Descentralizado.
Se varió la estructura del fútbol nacional. Hasta 1972 se
respetó que el ascenso al fútbol rentado sea vía la finalísima de la Copa Perú.
Recordemos que el campeón de esa temporada fue Sportivo Huracán, pero además
ascendieron Cienciano de Cusco como subcampeón y CNI de Iquitos que pese a que
quedó sexto del hexagonal final se le dio pase al torneo profesional.
El torneo Descentralizado de 1973 se jugó con 18 equipos,
entre ellos los arequipeños Melgar y Huracán.
Las bases del torneo eran discriminatorias. Señalaban, en
resumen, que si un equipo provinciano al finalizar el campeonato no quedaba
entre el primer o segundo lugar tenía que disputar el descenso en una
revalidación con el campeón departamental de su localidad.
Y en el caso de que un departamento tenga dos representantes,
como fue el caso de Arequipa, el equipo peor ubicado bajaba directamente a su
liga de origen.
Melgar terminó tercero y Huracán octavo. Cuando terminó
el campeonato Huracán puso el grito al cielo y literalmente lo movió. José Luis
Quiroz, presidente de Huracán, y sus directivos, entre ellos Tomás Linares,
aprovechando sus amistades en la élite del Ejército llegaron hasta el mismo
general Velasco. Le hicieron saber su queja por tamaño abuso y este ordenó
variar las bases.
Es por eso que se decide que, en el caso de Arequipa, el
peor ubicado en la clasificación del Descentralizado, Huracán, tenga una opción
más para mantenerse en la elite profesional enfrentando al segundo del Torneo
Regional de Reclasificación. Toda una mezcolanza, pero para explicarlo mejor lo
haremos cronológicamente.Arriba: Pedro Escobar, Gabino Vera, Oscar Santos, Walter López, José Valderrama, ?. Abajo: Oscar Ticona, Jesús Yauri, Adolfo Flores, Manuel Benavides y Guillermo Fuentes.
PIÉROLA CONTRA TODOS
Piérola el 20 de enero se corona campeón departamental de
Arequipa y clasifica al Torneo Regional de Reclasificación donde tendría que
enfrentar a Melgar y al campeón departamental de Apurímac, Unión Graguina de
Abancay.
El ganador de ese torneo clasificaba y/o se mantenía en
el Descentralizado. El 27 de enero se juega la primera fecha en Arequipa,
Melgar y Piérola empatan 0-0 ante 13,949 espectadores que colmaron el estadio
Melgar.
La segunda fecha se disputó el 30 de enero, Melgar goleó
en Arequipa 5-0 a Graguina. La tercera fecha se jugó el 3 de febrero, Piérola
derrotó 2-0 a Graguina, también en el estadio Melgar, con dos goles de Pedro
Escobar.
La cuarta fecha se jugó en el estadio El Olivar de
Abancay, Melgar venció 3-0 a Graguina el 10 de febrero.
El 13 de febrero se juega la quinta fecha en Abancay.
Piérola empata 1-1 con Graguina, el gol mistiano fue de Guillermo Farfán.
Luego de ese resultado el cuadro pierolista pasó las de Caín. Tras el sinsabor del mal
resultado, retornaron vía terrestre a Cusco para abordar el vuelo que los debía
retornar a Arequipa. Cuando llegaron al aeropuerto se dieron con la sorpresa
que sus pasajes los habían endosado a diputados arequipeños. Trataron de
regresar vía terrestre, pero las intensas lluvias provocaron deslizamientos de
tierra que bloquearon la carretera.
Se tuvieron que quedar hasta el 18 de febrero entrenando
en Cusco. El profesor Roberto Ponciano López Dávalos, uno de los mejores
técnicos del fútbol arequipeño junto al mítico Carlos Alfredo Villanueva, supo
manejar a un grupo de jugadores molesto no solo porque no podían retornar a
Arequipa sino porque la directiva que encabezaba Arturo de Riglos los había
abandonado a su suerte.
Solo desayunaban y almorzaban gracias al apoyo en víveres
y dinero de los arequipeños residentes en Cusco, así la pasaron esos días.
Recién el 17 de febrero les avisan que un día después
debían de retornar a Arequipa. Los jugadores indignados por el maltrato
recibido querían abandonar el barco, llegar a Arequipa e irse a sus casas.
La directiva por su parte había solicitado a la
Federación Peruana de Fútbol que el partido ante Melgar ya no se juegue el 20
de febrero sino el 24. Justificaron su pedido en los problemas que tuvo la
delegación en el retorno de Cusco. Les dijeron que no.
El 18 de febrero el plantel llegó al aeropuerto Rodríguez
Ballón de Arequipa y ningún directivo los recibió. Eso enfureció más a los
futbolistas que ya sentían ganas de sublevarse. No tenían dinero para retornar
a sus domicilios ni para comer.
En ese momento de desconcierto el presidente de Riglos
por intermedio de un delegado les comunica que en Yura les organizaba una
parrillada de confraternidad y que en el Hotel de Turistas de Yura iban a
concentrar para el partido con Melgar.
Los jugadores no aceptaron la propuesta, se querían ir a
sus casas. Es ahí donde aparece la figura de López quien los convenció para que
por lo menos asistan a la parrillada. Cuando ya estuvieron en Yura y los ánimos
se habían calmado les dijo: “Muchachos tanto que hemos pasado, nadie lo sabe,
pero no desperdiciemos la oportunidad de lograr lo que tanto hemos soñado.
Falta poco, un sacrificio más”.
Ponciano, quien en su época de jugador llegó a defender a
Universitario y Ciclista Lima, tenía mucha ascendencia dentro de sus pupilos y lo
escucharon.
Si en el primer partido del Regional, que quedó igualado
0-0, se les había hecho complicado llegar al arco rojinegro porque apostaron
por los centros al área, la estrategia para el compromiso de vuelta varió. A
los rojinegros había que jugarles al ras del césped, pura pared, puro
chocolate.
Y así fue, ganaron 3-1. Pese a que Melgar se puso en
ventaja con tanto de Luis Ponce Arroé (19`PT), los pierolistas dieron una
muestra mayor de fútbol y le dieron vuelta al marcador con tantos de Hermes Paz
(37`PT), Óscar Ticona (20`ST) y Adolfo Flores (37`ST).
El estadio Melgar fue una fiesta. Nadie creía que el club
pobre, el Piérola, le haya ganado al poderoso Melgar.
SINO FUERA POR HURACÁN
Si se hubieran respetado las bases iniciales del
Descentralizado, Melgar hubiera perdido la categoría junto a Huracán; pero como
ya explicamos por terquedad y los contactos de los verdolagas, el reglamento se
varió y el favorecido fue la Dominó.
Melgar y Huracán se enfrentaron en otra serie de reclasificación
de dos partidos y en caso de igualdad de puntaje debían definir su continuidad
en el Descentralizado en un tercer partido. El 24 de febrero, Huracán gana 1-0
a Melgar; el 27 de febrero Melgar vence 2-0 a Huracán en un partido de
escándalo donde el árbitro limeño Enrique Montes expulsa a tres jugadores
verdolagas: Ruffo Fernández, Walther Lozada y Adrián Torres.
En 2 de marzo se juega el desempate, Melgar gana 2-0 a
Huracán con goles de Carlos Solis y Luis Ponce Arroé.
A esos 3 partidos fueron 35,774 espectadores al estadio que
dejaron en taquilla S/ 1’398,028.00.
Huracán descendió a su liga de origen y Melgar clasificó
a un triangular donde debía definir su permanencia en la profesional con Torino
de Talara y Aurich de Chiclayo. Los chiclayanos y los mistianos aseguraron la
categoría, mientras que Torino bajó a la Copa Perú.
PIÉROLA MAL COMIENZO, MAL FINAL
Ponciano López había decidido mantener al plantel que
logró el ascenso y solo contratar algunos refuerzos para afrontar el
Descentralizado 1974. Por ejemplo, llegaron los argentinos Campana, Cansani y
nacionales como Arturo Neyra, el Ruffo Fernández, etc.
A días del debut la directiva decide cesar a López por no
llegar a un acuerdo económico. Víctor Gómez y Alfredo Ortíz fueron designados
por De Riglos como encargados del equipo. El debut fue el 24 de marzo, Piérola
ganó 1-0 a Deportivo Junín.
A la dupla Gómez – Ortíz, la reemplazo el entrenador Luis
Ridout, luego Miguel Ortega y José Valderrama que era el portero del equipo.
El 26 de enero de 1975, Piérola juega su último partido
oficial en Arequipa. Gana 2-1 a Aurich y el 1 de febrero cierra su participación
en el Descentralizado perdieron 3-4 ante Mannucci en Trujillo.
Piérola acabó en el puesto 19 de 22 equipos con 30 puntos
en 42 partidos.
Pese a su ubicación no se sentía descendido. Es más,
Melgar, que se ubicó 12, seguía entrenando, porque las bases no especificaban
el tema del descenso.
Recién los primeros días de mayo, tres meses después de
que terminó el campeonato, se oficializa que Melgar se queda en la primera
división, mientras que Piérola debía jugar un triangular de reclasificación en
Lima junto a Aurich de Chiclayo y Walter Ormeño de Ica.
Todo estaba armado a favor de Aurich porque Piérola y
Ormeño tenían a su plantel descansando ante la falta de comunicación de la
federación, solo Aurich sabía, gracias a información que tenían de la
federación, que se iba a jugar un triangular y se mantenía entrenando.
En dos días la directiva armó el plantel. Designó como
entrenador a Benigno Lozada, el original “Cachito” padre de Elmer y Walter que
llegó a jugar en Sport Boys.
El 5 de mayo, Piérola le gana a Ormeño por 2-0; el 7 de
mayo Aurich vence 1-0 a Piérola, y el 9 de mayo Aurich derrota 3-2 a Ormeño.
Aurich se mantiene en el Descentralizado, mientras que Piérola y Ormeño
retornaron a la Copa Perú.
Esa fue en resumen la experiencia de las ardillas en el
Descentralizado.
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