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Cuando el Instituto Peruano del Deporte – Nacional autorizó a todas sus departamentales a alquilar sus escenarios deportivos (coliseos y estadios) para actividades artísticas con el fin de recaudar fondos y autofinanciarse, puso como condición – en el contrato –priorizar el cuidado de sus propiedades que por Ley están destinadas a la práctica exclusiva del deporte. El último martes, el IPD-Arequipa alquiló el estadio Melgar para un espectáculo artístico musical que congregó a unas 20 mil personas.

Económicamente para los organizadores fue todo un éxito. Cerca de 200 mil nuevos soles recaudados llenaron sus arcas y lógicamente cumplieron con el pago de 3 mil dólares (10 mil nuevos soles) por el alquiler. El problema es que nuevamente el escenario deportivo fue el más perjudicado. El gramado no reviste mayor daño pero sí la pista atlética que lejos de mostrar manchas de cerveza presenta partes donde el tartán ha sido removido, especialmente en la zona frente a la tribuna occidente.

Estos últimos meses ha estado en discusión el cambio de la pista que oficialmente hace unos cinco años terminó su vida útil y fue declarada como inservible. Pese a ello se parchó, se resanó y continúo albergando gran cantidad de atletas arequipeños, muchos de ellos campeones nacionales.

La política de autofinanciarse del IPD a como de lugar, alquilando sus escenarios a la primera propuesta, podrá calmar sus males económicos pero definitivamente tienen un costo que pagan los deportistas.

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