Los números preocupan pero son realistas. De los últimos tres partidos de la dominó ha conseguido sólo cuatro puntos. Ganó en Chiclayo a Aurich y muchos pensaron en el repunte de la era Techera, pero luego Minero devolvió a la realidad a los rojinegros que con gol sobre la hora de Javier Pereyra lograron un empate. Y ayer en el Garcilaso del Cusco, Cienciano aprovechó sólo 45 minutos para dar vuelta al marcador y terminar ganando por goleada (3-1) un partido que en el primer tiempo pintaba para por lo menos empatar.
Son 4 puntos, de 9 posibles y aunque muchos dirán que casi se llegó al 50% de la producción lo claro es que Melgar vuelve a ratificar que es uno más del medio, del que sólo vive de ilusiones por un par de buenos resultados y que al final siempre esta contentándose y quizá hasta celebrando quedarse en la primera división.
El Garcilaso del Cusco no sólo mostró a un Cienciano superior, sino a un Melgar que se ha acostumbrado a complicarse sólo la vida. Si el gol de Gárate animó pensar que los tres puntos serían posibles, las expulsiones de Romero y del mismo Gárate volvieron las aguas a su cause normal. Esta vez, aunque parezca raro, el árbitraje de Pacheco estuvo bien y favoreció a la dominó.
Las rojas de Romero y Gárate fueron justicadas desde donde las miren, el penal que le cobró a Arismendi tampoco tiene nada que discutir.
Si ante Minero se notó que el aporte de jugadores como Soto y el mismo Jara son prescindibles, ayer simplemente se reconfirmó. Ni uno ni otro marca diferencia ni son el "aire" que el equipo necesita cuando ingresan al campo de juego. Melgar jugó medianamente bien cuando estuvo con once, cuando había un Correa estorbando la creación cusqueña en el mediocampo, con Romero poniendo la pausa y con un Gárate que junto a Ibarra sólo propone fuerza y hostigamiento de la defensa rival.
En estos dos últimos partidos si se notó una mejora del rendimiento de los rojinegros fue justamente por el aporte de nombres como Correa, Romero, Gárate, Zambrano y por momentos Arismendi. Entonces no sería lógico pensar que habría que apostar por estos muchachos e ir desterrando apellidos como Soto, Jara, Portilla y otros que se supone ya no continuarán en la dominó el próximo año.
Melgar es poco probable que baje, se sabe que la dominó es experta en salvarse del descenso en las últimas fechas, pero alguién podrá encontrar algo rescatable de esta campaña. Ni con Corrales, Gutiérrez, Paredes y ahora Calle, el panorama ha cambiado. Si los directivos se escudan en la mala elección de jugadores, porque no habría que pensar que son los socios los que se han equivocado en elegir a sus dirigentes.
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