Melgar ganó con un equipo a punto de "romperse"




Los ojos de los que van al estadio se limitan a 90 minutos de fútbol y su respectivo resultado. Salvo algunos, los que tenemos el privilegió de convivir – literalmente – lo que vive un plantel en la interna, puede valorar más un triunfo o criticar con mayor dureza una derrota. Y es que los partidos no sólo son 90 minutos y sus descuentos, los partidos se juegan desde el inicio de la semana. Desde la primera práctica hasta que el árbitro de el pitazo final. Un partido se define en 90 minutos, pero se comienza a ganar y/o perder en los días previos.
Uno vio en el estadio “Monumental Arequipa” 22 jugadores, cada uno es una realidad diferente, cada camiseta vive su propio drama. Las poco menos de mil personas que se vieron como un lunar en unas graderías con capacidad para 42 mil 500 espectadores celebraron porque vieron a su Melgar ganando, pero no valoraron lo que hizo este equipo para conseguir esos tres puntos tan fríos como la noche arequipeña.
Melgar afrontó este partido en su momento más crítico. Con casi todos sus jugadores lesionados, luego de caer goleado 1-5 en Trujillo y si fuera poco con las artimañas de Sporting Cristal que hasta la noche del viernes había logrado que Ysrael Zúñiga sea suspendido por ser un “jugador muy violento, desleal cuando va al choque”. Ese fue el panorama que afrontó y afrontará Techera y sus muchachos.
Con Rodríguez lesionado, al igual que Fajardo, Yáñez, Zevallos, Zúñiga y Méndez, la preocupación era quién era el primero en salir “roto”. Esta vez, nuevamente para ser sinceros, pudo más el amor propio por la necesidad de ganar que el lógico miedo por dañarse más.
Otra vez, ese grupo de muchachos como Aubert, Arismendi y Muñoz le dieron ese aire que necesitan los de experiencia. Esa vitalidad también los contagia. “Después de mucho tiempo jugué de zaguero y me sentí cómodo derepente porque la experiencia que uno tiene lo ayuda a pararse mejor en un puesto tan complicado como la zaga. Claro está que los chicos, los más jóvenes, nos dan esa tranquilidad que necesitamos”, reconoce Jean Ferrari.

IRROMPIBLE
Ysrael Zúñiga es como una cofre de cristal, llamativo pero nadie sabe hasta cuándo aguantará tanta patada. Cuando regresó de Trujillo se dijo que estaba fractura, fisurado y al final que tenía sólo tenía una contusión muy fuerte. Para colmo Cristal lo quiso hacer sancionar. Pero salió al campo de juego como siempre, se comió la misma cantidad de patadas como siempre, aguantó codazos y puntapiés, y volvió a anotar. Si uno quiere buscar un referente de garra, lo tienen en este camanejo.
Los más jóvenes lo ven como ejemplo, los más experimentados lo respetan y el técnico lo tiene como referente. Zúñiga anímicamente es vital dentro o fuera de la cancha. Tenerlo en el campo de juego es tranquilidad porque te asegura que todo el equipo lo va a seguir para el sacrificio.
El gol que anotó a los 15´PT tuvo su firma. Corrió tras un pase de Romero. El portero Ramírez salió a matar, como dice el libro, y Cachete porfió como siempre. Esta vez la pelota le reboto en su cadera y siguió su curso, siguió tras la pelota y casi cayéndose le cambia el rumbo. Gol de pura raza.
Bolognesi, ese equipo juvenil que en el camino está agarrando experiencia, reaccionó. Roberto Mosquera sabe lo que tiene. No cuenta con figuras; es más, el único experimentado es el lateral Raúl Vera que sólo tiene unos cuantos años más en la profesional y nada más. Su plantel es limitado pero tácticamente se para bien y la juventud de sus integrantes le da resto físico suficiente para correr los 90 minutos.
Ese Bolo tras el tanto de Zúñiga despertó. Jugó mejor, pese a que Melgar llegaba más. La primera clarinada fue un cabezaso de Barrios que Rodríguez sacó espectacularmente. A los 29´PT, Coco que arrancó adolorido por la lumbalgia que lo acosa, despejó mal un disparo. El rebote lo cazó Pierre Orozco para colocar el 1-1.

SIEMPRE APARECE
En el complemento, Techera hizo ingresar al “Cholo” Garate, el jugador más incomprendido de Melgar. No será muy amigo de la pelota, pero nadie le puede criticar falta de sacrificio. Reemplazo a Méndez no sólo en puesto sino en función. Siempre fue al choque y eso fue lo que encolerizó más a la defensa tacneña. Eso provocó que a los 6´ST Bryan Salazar se deje vencer por el ímpetu y vea la roja por una falta infantil contra Yáñez.
Con 10 hombres, Bolognesi se paró mejor. Ya renunciado al ataque se preocupó más en defender y lo hizo muy bien. Zúñiga chocó una y otra vez con Zela, y Gárate con Zavala. Se perdió claridad pese a que Aubert trató una y otra vez de desequilibrar en los pocos espacios que tuvo.
Entonces apareció la principal arma ofensiva de Melgar, las pelotas paradas. Una falta infantil contra Romero, especie de corner corto, permite a Yáñez a sacar un tiro rasante para que Gárate meta la canilla para desviar la pelota. Gol a los 17´ST.
Luego de ese tanto, Bolognesi se adueñó del partido. Melgar estaba muy golpeado para seguir presionando. Se regaló la iniciativa a la visita pero no se renunció la posibilidad del contragolpe. Así terminó el partido.
El panorama seguirá siendo el mismo la próximas fechas (primero Aurich en Chiclayo y luego Cienciano en Arequipa). Es más, Cristal ha asegurado que seguirá peleando para que Zúñiga sea sancionado y quizá lo consiga lo que también serviría para de una vez por todas el “Cachete” tome ese descanso que tanto necesita.

ALINEACIONES
MELGAR: Rodríguez; Yáñez, Ferrari, Fajardo, Muñoz TA, Aubert, Zevallos TA, Arismendi TA, Romero TA, Zúñiga y Méndez. Cambios: Gárate x Méndez, Pérez x Romero, Araníbar x Zúñiga.

BOLOGNESI: Ramírez; Acasiete TA, Zavala, Zela, Chumpitaz, Salazar TR 6´ST, Vera TA, Orozco, Soto, Barrios y Barros. Cambios: Sotomayor x Vera, Delgado x Barrios, Sotomayor x Orozco.

Arbitro: Julio Alvarez.

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