La salida de Claudio Techera sea cual fuera el motivo deja mal parada a la dirigencia de Melgar. En la era de Anibal Calle al frente del club dominó no ha podido sostener un técnico toda una campaña. Al igual que sus antecesores no ha sabido capear las tempestades y se ha llevado por la solución más facilista.
En el caso especial del uruguayo, que llegó el año pasado a Melgar para salvarlo de la baja y casi lo mete a la Sudamericana, el problema es conocido. Calle y su junta directiva tomaron la decisión más popular pero no la más inteligente.
El caso se planteó así. Zúñiga o Techera. Mientras al camanejo hasta se le rogó para que se quedara, al técnico sólo se le habló para que sea sumiso y acepte la autoridad que impone el "Cachete" en el plantel de jugadores.
En el caso especial del uruguayo, que llegó el año pasado a Melgar para salvarlo de la baja y casi lo mete a la Sudamericana, el problema es conocido. Calle y su junta directiva tomaron la decisión más popular pero no la más inteligente.
El caso se planteó así. Zúñiga o Techera. Mientras al camanejo hasta se le rogó para que se quedara, al técnico sólo se le habló para que sea sumiso y acepte la autoridad que impone el "Cachete" en el plantel de jugadores.
A pesado más la terquedad de un jugador que la campaña por demás aceptable de un técnico que con todos su defectos, como su doble discurso, supo encaminar a un equipo que por su conformación debería estar peleando los últimos puestos del torneo.
A Techera lo mató no sólo su forma de ser. Trata de tapar su excesos verbales culpando a periodistas o crea disputas en los mismos jugadores, como le sucedió cuando dirigía al Aurich de Chiclayo. Su "waterloo" fue toparse para su mala suerte con un jugador como Zúñiga que tiene como virtud ser frontal no sólo al momento de jugar sino cuando quiere decir algo.
Recordemos que en el 2000 no tuvo pelos en la lengua para acusar a Corrales y compañía de "mafiosos" por las triquiñuelas y mañas que hicieron para venderlo al Coventry de Inglatera en una transacción que aún no se esclarece. Aunque días después de su denuncia se excusó sólo fue porque su hermano Christian se quedaba en Melgar y ya habían amenazado los ex dirigentes con hacerle la vida imposible.
En este caso Ysrael no tuvo ningún impedimento para sacar a relucir la forma de ser de un técnico al que en su momento lo apoyó con todo. Ojo que fue Techera el que dijo que Zúñiga era el mejor jale del fútbol peruano, más aún que Solano. Luego, con el transcurso de los meses, cambió de discurso hasta que dijo que "era un jugador más de los 30 que tiene en el plantel".
CONTRA LA PARED
La dirigencia de Melgar se vio entre la espada y la pared. Techera o Zúñiga fue el debate desde hace tres semanas. Si elegían por Techera, el grupo se les iba encima porque Ysrael maneja eso, el grupo. Si decidían por Zúñiga, como lo hicieron, se ganaban al grupo y podían seguir marqueteando el club; pero en ambos casos cualquier decisión a tomar era errada. Ahora han quedado como un club donde un "berrinche" de un jugador, de los 30 que hay en el grupo, puede tumbarse a cualquier técnico. Ojo con eso, que es un mal precedente.
Queda claro que les faltó muñeca para solucionar un problema interno. No fueron capaces de sentarlos a los dos en una mesa para limar asperezas o simplemente aclararles que acá hay un club que está sobre ansias de protagonismo individuales. Al fin...., quedaron mal parados.
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