Se le nota mortificado como a casi todos sus compañeros. Paulo Ramos retornó a Melgar para conseguir esa soñada clasificación a la Sudamericana, pero el tiempo y los resultados fueron fríos. “Lo que me molesta es que somos un equipo irregular, tuvimos buenos partidos y cuando debíamos de ganar y en el papel podíamos hacerlo perdimos o empatamos”, resume el defensa central.
Ya resignado a no luchar nada arriba dijo que hay que “luchar para terminar el año dígnamente”. “Hay un plantel donde no hay grandes jugadores pero con ese grupo tendríamos que estar en una mejor ubicación”.
“Ante Sullana empatamos un partido con 10 hombres, con Aurich perdimos pero les pusimos ganas, entregamos todo; pero eso no es suficiente porqué sé que al hincha le gustaría ver un equipo que juegue bien”, siguió.
Nadie le habló para renovar, pero tampoco se desespera. “Nadie me ha dicho nada. Yo estoy tranquilo porque siempre he trabajado para el equipo y si no sigo en Melgar a algún otro iré”.
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