Será un milagro clasificar a la semifinal de la Copa Perú, para Alianza Porvenir Unicachi de Yunguyo y para Huracán de Arequipa sí lo sería. Y es que aunque los puneños lleguen con una ventaja de dos goles definen su pase en una cancha a la que tienen temor y los arequipeños tienen que remontar no sólo un marcador adverso sino dejar en vestuario una semana de problemas internos. Ambos equipos llegan en similar situación para un duelo (3 p.m. – estadio “Guillermo Briceño Rosamedina” de Juliaca) que definirá al representante del Sur entre los cuatro grandes del balompié amateur.
Si la tarea para los mistianos es complicada, para Unicachi no será nada fácil. Justo en el estadio que rechazaron, que nunca más pensaban volver a tocar su gramado, será el escenario que los podría dejar a tiro de llegar a la final. Y es que después del 1-4 que les propinó Aurora comenzaron a vivir una sicosis con Juliaca. “A ese estadio nunca más regresaremos”, sentenció su entrenador Gustavo Buena quien ahora tendrá que tragarse sus palabras porque tendrá que sentirse local en una banca a la que calificó de “hostil”.
Huracán llega quebrado. Hay una fisura entre la dirigencia y el comando técnico – jugadores. Un pedido de adelanto de sueldo fue el causante de un malestar que se fue agrandando con el transcurso de los días.
Dicen que en la cancha los problemas quedan de lado y eso es lo que se espera de ambos planteles. En Arequipa, Unicachi demostró que fue más que Huracán, ahora sólo le queda ratificar lo hecho en el Melgar aunque la “verdolaga” no le regalará el partido. Los arequipeños saldrán a “matar” para remontar un 0-2 en contra y seguir pensando en pasar una buena navidad.
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