Univachi, una inversión de empresarios puneños para llevar fútbol profesional al altiplano

La familia Coarita junto a otras radicadas en Lima, todas del rubro empresarial, se preguntaron en el 2005 porqué no trasladar su éxito económico, reflejado en la propiedad de galerías, centros comerciales y mercados, como la cadena Unicachi en la capital de La República, en el deportivo. Así, el 13 de octubre se fundó en el populoso Villa El Salvador el Club Deportivo Unicachi que nació con un objetivo: ascender al fútbol profesional.
Elmer Llapuchura Illajara, vicepresidente del club, cuenta que el primer año campeonaron en la tercera división, en el 2007 en la segunda y en el 2008 en la tercera. Luego, en el 2009,  por una decisión familiar, decidieron cambiar de domicilio legal para jugar en la Liga de Fútbol de Unicachi donde quedó en tercer puesto de la etapa Departamental de la Copa Perú.
Es este año donde se deciden apostar por el gran sueño de traer a Puno el fútbol profesional. Todo se planificó y para acortar caminos decidieron participar en la Liga Superior para ello se unen al Alianza Porvenir Yunguyo y le cambian la razón social a Alianza Unicachi como consta en la partida registral 11005924.
“Nosotros somos empresarios. Si invertimos es para ganar, y en este caso si hemos invertido es para lograr nuestro objetivo que es campeonar y llevar a Puno la Copa Perú”, comenta Llapuchura.

Inversión millonaria
El clan Coarita en Lima como otras familias que tienen sus raíces en Unicachi (Yunguyo), son exitosas. Todos son empresarios y por demás está decir que dinero para invertir tienen. Es por eso que armaron un plantel netamente limeño con presencia sólo de tres jugadores puneños como para no perder el sazón altiplánico.
Fueron los hermanos Lucho, Rafael (actual presidente) y Jesús Coarita los que iniciaron el proyecto. Poco a poco, según el equipo avanzaba en la Copa Perú, sus paisanos se fueron interesando y comenzaron a poner el hombro.
La inversión inicial fue de cerca de 45 mil soles mensuales y a estas alturas, semifinal de la Copa Perú, superan los 110 mil nuevos soles porque se incrementan los costos, por ejemplo el jueves el equipo partió en avión de Juliaca a Lima.
“Sabemos que en el fútbol lo que se invierte no se recupera, pero si logramos el objetivo entonces habrá sido una buena inversión. Nosotros no vamos a arriesgar plata así por así”, sentencia el vicepresidente.
En su mente no está el fracaso, aunque también son concientes de que en el fútbol todo puede pasar. “El grupo de muchachos es muy bueno, ellos se están sacrificando y nosotros como dirigentes también. Somos gente humilde que quiere llevar una alegría a Puno”, comentó.
“No pensemos sino podemos campeonar, pensemos que vamos a campeonar. Nosotros no queremos el segundo puesto (cupo a la Segunda División Nacional) porque sí llegamos a la final será para ascender a la profesional”, se convence.
Es más, tienen pensado, que si logran la gran hazaña, jugarán en Juliaca y Puno, y además invertirán en un complejo deportivo a las afueras de Puno donde, fiel a su política, las ganancias se verán reflejadas en el nacimiento de generaciones de futbolistas altiplánicos.

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