Un "malentendido" o simplemente la desesperación de la dirigencia de Melgar

Mientras la Policía Nacional del Perú trataba de parar la "pelea campal" entre hinchas de Melgar y Cristal en el mismo frontis del estadio Monumental Arequipa; un dirigente del club ordenaba a la empresa que tiene a cargo el control de seguridad, impedir el ingreso de cuatro periodistas.
Fue una decisión tomada minutos antes del inicio del partido, solo eso explica el porqué el muchacho de la puerta tenía apuntado con lapicero negro en un papel bond los nombres de José Luis Cavero y Alberto Cisneros (Puro Deporte de HTV), Juan Carlos Linares (Las Vegas) e Iván Contreras (Grupo La República y deporteaqp). "La orden es de la dirigencia, han prohibido que ingresen", dijo, muy seguro de sí, el portero.
¿Cuál sería el motivo?. Nadie lo explicó, es más tuvo que salir el jefe de prensa para anular la orden y permitir el ingreso de los "vetados". Habría sucedido un error y la orden era "no dejar ingresar a los que no contaban con carné de la Asociación Deportiva de Fútbol Profesional".
Prensa y Melgar
Es la primera vez, recordé en una entrevista que me concedió La Exitosa, que en quince años en esto del periodismo deportivo nunca viví un hecho similar, ni en la época del irrasible Corrales que nunca prohibió el ingreso de prensa justificándose en un "maltrato al club". El era más frontal y matonésticamente directo, y eso lo digo por experiencia personal porque más de una vez se quejó con insultos por lo que consideraba una "campaña de desestabilización" o porque simplemente su espíritu matonesco no atinaba a nada más que eso, insultar, amenazar y valerse de otros socios que en su condición de damas, alguna vez, tras un partido con Alianza, intentaron agredirme en vestuario supuestamente para defender a Corrales. Ahora se sientan a la diestra de Bustinza.
Gutiérrez y Calle tampoco se cegaron por la ira y la intolerancia para prohibir el ingreso de los periodistas por tener buenos, malos y exagerados juicios sobre su labor en la dirigencia. El mismo Calle, ahora vice presidente de la Federación, fue frontal y aunque, olvidánse de su condición de dirigente, mayor de edad y socio del Jockey Club de Arequipa, si eso te da algo de "etiqueta", fue más directo y, caballero, por su valentía en recriminar lo que consideraba ataques contra su persona y gestión. Pero nunca prohibió el ingreso de la prensa.
El diplomático y cerebral Paredes, aquél presidente que renunció al cargo y que se dio el gusto de jugar un partido de fútbol  en el estadio Melgar en el equipo de los campeones del 81, algún beneficio tenía que sacarle al cargo; tampoco impidió el ingreso a la prensa; aunque sí tuvo un problema legal que manejó calculada y malintencionadamente contra José Luis Cavero.
La prensa dice el presidente de Ecuador,  Rafael Correa,  sólo debe informar; pero no opinar. Concepto limitado, autoritario y nefasto que refleja el espíritu de un intolerante que ahora busca que le paguen 80 millones de dólares de reparación civil.
Para la dirigencia de Melgar, la tolerancia pasa por no denunciar lo que antes ellos denunciaban, supuestos malos manejos de Corrales, decimos supuestos porque el Poder Judicial ni siquiera los ha judializado aunque para los que fuimos testigos de su gestisón sabemos que son ciertos. La libertad de expresión también, supongo que así lo entienden, es todo menos decir que cometen errores, como el hecho de que cuatro de los cuatro amistosos que anunciaron en comunicados de prensa los tuvieron que suspender, y el último, el caso más escándaloso, el de la U que  pese a tener a todo el equipo titular en Arequipa no fueron capaces de de retenerlos y hecharon la culpa a Chemo del Solar. Por que eso sí, ellos nunca cometen errores, los errores siempre son de otros, de los que buscan desestabilizar, malinformar o crear desconcierto.
Solo una vez Bustinza reconoció que los cometió, fue por haberle hecho contrato de dos años a Techera: "Ahora puedo pensar (obligado por los resultados) que sí se cometió un error en hacerle contrato de dos años".
Derecho a la información, es para ellos, reproducir, mejor dicho no tocar temas que les son incómodos, como los dobles contratos, el pago de la deuda a Tapia para que no les embarguen el local club, la tercerización de las cuentas que el Congreso ha ordenado investigar, etc.
No entienden que el periodismo es plural, que es abierto, que no es selectivo, que el derecho de opinar es de todos. Cuando ellos eran los que desestabilizaban el club, se les daba igual espacio en los medios, al menos en LÍBERO o la República, que los que ahora se les da a Tapia y Corrales, que periodísticamente siempre serán personajes importantes para lo que fue y es Melgar. Y que no digan que no es cierto porque los culpan, con justificada razón, de todos los males del club.
Hablan de ser tendenciosos cuando se publica una entrevista que atenta con lo que consideran la "tranquilidad del equipo". Porque ojo, Marco Valencia, si dijo que en dos meses de trabajo de su hermano la dirigencia de Melgar no le había pagado un sol y de eso son testigos todos los oyentes del programa deportivo de Las Vegas.
Atentar contra el club es publicar ese doble contrato de Techera, uno por 9 mil 600 dólares y el otro por 400 dólares. No hay que denunciar nada - así pensarán - porque "nosotros somos los buenos, porque podemos cometer errores deportivos (los han cometido hasta decir basta) pero no administrativos", se justifican.
Al menos para mí persona no me interesa si el dinero se lo meten a sus bolsillos o no, ese tema entiendo - como se lo expliqué al webmaster de una página de hinchas de Melgar - es de los socios que son los que tienen el derecho a pedir cuentas o no; periodísticamente lo importante es que Melgar, estamos hablando de los administrativo, sigue siendo una institución acusada de defraudar al fisco por no pagar algunos impuestos.
O ese cambio que desde hace 7 años pregonan aún no se ha dado, porque Melgar sigue siendo el mismo que dejó Corrales. Los mismos errores de antes se repiten ahora, la situación del club es la misma. O los socios pueden decir que ahora tienen un local social mejor implementado o que el trato es mejor. O los hinchas pueden contar a cuantos torneos internacionales ha clasificado o les es más fácil contabilizar cuántas veces han estado mirando el descenso de reojo.
Si quieren decidir quién puede o no puede ingresar al estadio, están desconcertados por el poder; porque el espectáculo no es de Melgar sino de la Asociación Deportiva de Fútbol Profesional que es la que emite las credenciales, ni tampoco pueden impedir el derecho a trabajar como estipula la Constitución.
Deben tomar manzanilla
Dijo Oscar Wide: "los amigos te dan la puñalada de frente". En Melgar no se puede decir que uno tenga amigos pero al menos se espera frontalidad. La dirigencia de Melgar mandó hacia mi persona cuatro cartas notariales pidiendo rectificación. Una de ellos fue por la denuncia sobre que Bustinza no cumplía los requisitos para ser presidente del club al haber ejercido cargos en dos clubes diferentes (FBC Melgar y Melgar de Yanahuara).
Las otras fueron por esa entrevista sobre los dobles contratos, que hasta en dos veces se la hemos publicado más por cortesía y condecendencia que por reconocer un error de interpretación que nunca se cometió y que no reconocemos.
A estas alturas, Bustinza, Morales (el que hizo el convenio con la U para el amistoso suspendido) y Macedo, al que me lo crucé ayer en el hall del Monumental, me saludó con sonrisa y palmadita en la espalda, y los demás dirigentes solo se les pide que tomen las cosas con calma y se tranquilicen. Además deberían recordar esta frase: "El periodismo es libre o es una farsa (Rodolfo Walsh)".


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