Alberto Centeno Rojas, padre del marchista puneño, Edwin Centeno, fallecido en el 2010, reclamó apoyo al Instituto Peruano del Deporte para poder cumplir con el pago de mil 500 soles para que la tumba de su hijo no sea “removida” del lugar donde fue enterrada (kilómetro 21 de la Panamerica Sur, cerca a Chucuito).
Explicó que solicitó apoyo al Centro de Alto Rendimiento de Arequipa, institución que acogió a Edwin, y su pedido fue enviado a Lima donde le respondieron que tenía a disponibilidad el estadio de Puno para recaudar fondos.
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