La selección alborotó a agustinos

Se dijo que era una práctica cerrada; que la prensa tenía, por un buen gesto de Markarián, la posibilidad de observar el trabajo de sus "fantásticos". Pero nadie imagino la magnitud de la expectativa que ha creado el equipo de todos en Arequipa.
Las puertas ni la rejas alrededor del estadio "Monumental Arequipa" pudieron contener las ganas de los hinchas que, en un número de dos mil, se las ingeniaron para forcejar las rejas y abrirse camino para las tribunas Norte y Oriente.
Cuando Markarián levantó la mirada vio como de la nada un grupo de gente, básicamente universitarios y específicamente damas, se sentaban en la tribuna con cierta desconfianza y hasta timidez. Los gritos por Guerrero, Pizarro o Fernández se ahogaban con unos potentes "shiiiiiiiii" como si fuera suficiente para evitar que el técnico y sus muchachos no escuchen los gritos y arengas.
Por ahí se escuchó un "Perú, Perú", seguido de aplausos, después unos "uhhhhh" cuando los delanteros fallaban frente al arco en los trabajos de definición. O tal vez esos gritos desesperados para que los nacionales hagan el esfuerzo de regalar una sonrisa y levantar la mano.
Markarián tragó saliba, miró a sus muchachos y siguió la práctica. No podía ni puede romper ese romance que él mismo inició cuando dijo que "esta selección es de todos".
Al final de la práctica todos levantaron la mano, se despidieron solo por horas de ese puñado de fanáticos de un promedio de 20 años años que nunca han visto a su selección a un Mundial, que sueñan con verlo en Brasil 2014 y que ven que esos hombres que miran por cable los fines de semana como protagonistas del fútbol mundial, estaban a metros de ellos.




















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