21 años y más de un 1.90 mts. de estatura, para ser
exactos 1.92 mts., son las principales cartas de presentación del llamado
“Torre de Tatengue”, Nicolás Amerise,
que forma parte del cuarteto de refuerzos argentinos que anclaron en Melgar.
“Espero que se forme un buen grupo con los compañeros que
hemos llegado de Argentina”, comenta. Salió de las divisiones menores de Unión
de Santa Fe, club con el que debutó en la Primera “B” hace dos años.
Pese a que su fuerte parece ser, por sus características
físicas, el juego aéreo, reconoce que es un “9” al que le gusta tener la pelota
en los píes. “Entrego todo en la cancha, eso no lo duden. Además me gusta tener
la pelota en los píes”.
Sabe los antecedentes de Melgar y la presión ejercida
sobre un equipo que lleva más de 30 años sin campeonar. “Es lógico que
presionen a los extranjeros; pero estamos preparados para afrontar esa
presión”.
Es su primera experiencia internacional y como tal
pretende que sea buena. “Espero ser el goleador de Melgar”, dice con esa autoconfianza
típica argentina.
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