Dentro de unas semanas se
presentará al Instituto Peruano del Deporte - Nacional un informe técnico
concluyente sobre el verdadero estado de la pista de atletismo del estadio
“Umacollo” el mismo que sería lapidario por las cuantiosas irregularidades que
especialistas, ingenieros y profesionales, han encontrado.
Quizá la más resaltante es
que esta pista que se inauguró recién el año pasado tras tres años de
construcción e instalación no cuenta con los 400 metros oficiales que pide la
IAAF para ser una pista competencia.
Esta obra polémica desde
que se elaboró el expediente técnico terminó costando al estado 3 millones de
nuevos soles, un millón más de lo que se presupuestó al inicio.
Otra de las grandes
falencias que se han encontrado es que las zonas de lanzamiento están mal
posicionadas y que el marcaje de la pista es errónea. Es decir, esta pista que
la gestión de Arturo Woodman, inauguró contra viento y marea, no llega ni a ser
ni “alternativa”.
Una perla más. El material
deportivo con la que fue implementada no sirve para la competencia de alto
nivel como las colchonetas y vallas.
Dentro de esta realidad,
existe la propuesta de realizar cambios en su estructura con el apoyo de la
empresa privada y con una inversión que superaría los 100 mil dólares para
convertir la pista, con algunas modificaciones, en una de nivel II
internacional.
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