Puneña Arizapana ultima preparación para los Juegos Olímpicos con estación de entrenamiento en el Car-Arequipa
La
atleta puneña Wilma Arizapana se decidió por Arequipa como sede de su última
etapa de preparación con miras a competir en los Juegos Olimpicos de Londres
donde competirá en la maratón.
Junto
a su técnico y esposo, Miguel Mamani, y a su hijo Juan Miguel de solo 3 años de edad que es el menor de los
tres que tiene (Sofía Isabel y Lucelia Yaneth), llegó a Arequipa la noche del
lunes para iniciar ayer su preparación muy temprano con pruebas de velocidad en
el estadio Melgar y luego 18 kilómetros de soltura en el Centro de Alto
Rendimiento de Arequipa (Car) que será su cuartel de entrenamiento.
Con
29 años de edad – cuenta su entrenador – tiene como objetivo terminar entre las
mejores sudamericanas en los Juegos; aunque el objetivo cuando logró la
clasificación en la maratón de Rotterdam (Holanda) era otro. ”Cuando
logramos la marca en abril pensamos y planteamos a la Federación que si
invertían y nos daban la oportunidad de entrenar en Europa, seguro que
quedábamos entre los diez primeros de las Olimpiadas; pero no fue así. Creo que
con lo que estamos haciendo quedamos entre los mejores sudamericanos”.
Y es que esta frustrada estudiante de
enfermería que decidió dejar la universidad en segundo año para dedicarse de
ello al atletismo, siempre ha tenido una carrera cuesta arriba. “Nosotros no
estamos dentro del programa de maratonistas del IPD porque Wilma es madre y no puede estar mucho
tiempo sin sus hijos, tampoco nos han llevado a Colombia donde entrenan las
otras dos maratonistas clasificadas a las Olimpiadas (Gladys Tejeda e Inés
Melchor) y no sé por qué”.
Nació en Chupa, un distrito de Azángaro (Puno).
Sus padres no querían que fuera atleta. La obligaban a estudiar hasta que un
día se idealizó con ir a las Olimpiadas y dejó todo por ese sueño. Han sido muy
duros y sacrificados estos años. Si no fuera porque compite en “carreras de
calle” (competencias con premios económicos) no tendría como mantenerse.
Miguel, veterinario de profesión y con dos
cursos de entrenador de atletismo de la IAAF, cuenta algo más. “El IPD no la
quería apoyar. Viajamos a Lima y hablamos con el señor Akio Tamashiro (director
de deporte afiliado del IPD) quien nos apoyó para ir a Holanda ha realizar la
marca”.
Lejanos quedan los años donde tenía que
mendigar apoyo. “Cuando logró la marca, su vida cambió”, sigue. No solo
hubieron homenajes que antes ni se asomaban, ahora goza del “Padrinazgo
deportivo” del IPD por el cual recibe mil dólares, la municipalidad de Puno le
dará 15 soles para su preparación y la comuna de Chupa otros 10 mil.
Comenzó a competir en los Juegos Trasandinos y
en campeonatos escolares. Ha sido subcampeonato sudamericana de cross country y
campeona nacional de fondismo. “Nuestra preparación es buena en la medida de
nuestras posibilidades; pero digamos nos falta el apoyo científico. Por ejemplo
no sé cuánto de hemoglobina tiene, no sé si tiene problemas de calcio, etc.”.
“Yo soy su entrenador dentro y fuera de las
pistas. Cuido que descanse bien, que coma bien, que esté tranquila. Es por eso
que hemos venido con nuestro hijo Miguel, porque ella se preocupa mucho cuando
no está a su lado. Los fines de semana vamos al cine, hacemos un poco de más
vida en familia”.
No solo da gracias al trabajo realizado que les
ha dado resultados, sino al plan de
trabajo que les dio el cubano Julio Pérez Rizzo al que responsabiliza de la
clasificación a Londres. “El profesor Julio nos dio un plan de trabajo que lo
hemos seguido al pie de la letra y ahí están los resultados. Nos vamos a
Londres”.
Se quedará tres semanas en Arequipa y de vez en
cuando viajará a La Joya para hacer kilometraje. “Luego de estas semanas en
Arequipa vamos a Lima una semana y de ahí a Londres”, señala, aunque eso de
“vamos” aún no está confirmado. “Mañana debemos saber si voy como su entrenador
o no”.
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