Mario Bazán está en Arequipa. Regresó de Londres con perfil
bajo, el mismo que lo acompañó a Europa un mes antes de las Olimpiadas. El
“negro” volvió antes que el grueso de la delegación; pero no es novedad.
También se internó en la Villa Olímpica después que lo hicieron los demás
integrantes de la selección peruana. No estuvo en la ceremonia de inauguración
y tampoco en la de la clausura. Y es que no le gusta el protocolo, fue a
competir y lo hizo. El resultado fue malo, 8.51 y penúltimo en su serie de los
3000 mts. con obstáculos. Esos son los números y marcas, no necesitan
maquillaje.
Exáctamente no se sabe cuándo retornó, pero fue en esta
semana que termina. Volvió a la pista del estadio Melgar y al gimnasio de Cerro
Juli. Se terminó un ciclo y comienza otro, eso es el deporte, siempre da
posibilidades a comenzar de nuevo.
“No hay excusas para lo que pasó. Lo que pasó, pasó y ya
estamos viendo las cosas para el futuro”, sentencia; pero siempre hay tiempo
para la autoevaluación. “Fue una
experiencia bonita. El primer día de la competencia fue sorprendente porque no
esperaba a un público tan grande, 80 mil espectadores en las tribunas. No
estuve asustado, estuve entusiasmado”.
“Me hubiera gustado estar en mi mejor nivel así hubiera disfrutado más la carrera. Quería estar entre
los primeros; pero no se pudo dar. Las cosas no se plantearon bien dentro de la
preparación, estuvimos mucho tiempo entrenando a nivel del mar, fue un error
que no lo vimos. No lo analizamos al cien por ciento y eso nos pasó factura”.
Después de la carrera, al hasta ese entonces mejor
obstaculista de sudamericana, le llovieron las preguntas inquisidoras. Porqué
del 8.51, le interrogaron todos. Qué pasó si la idea era bajar al 8.24; pero
nadie analizó que Mario este año no corrió por debajo del 8.41, que estuvo
meses con una molestia muscular que nadie sanó y que ya en Europa tuvo un
problema estomacal.
“Llegue con algunas molestias, pero no hay excusas para lo
que pasó”, recalca. Con esa calentura después de haber hecho una mala carrera
lo entrevistaron y habló con una vehemencia que fue malinterpretada. “Hay parte
de la historia que uno tiene que llevar adentro y a veces no se puede hacer
pública porque puede ser malinterpretada”.
Antes de la entrevista en Cerro Juli, Mario dudó en
declarar. La experiencia de Londres lo “curó”. La maratonista puneña
WilmaArizapana contó, vía Facebook desde la capital de Inglatera, que no tenía
ropa para competir y que tenía que comprarse su vestimenta. Eso llamó la
atención. El Comité Olímpico Peruano solo dio buzos para el desfile y nada más.
“Yo no sé como es ese tema, cada uno tiene su auspicio, su dinero, cada uno ve
lo suyo. Si ella lo ha comentado, seguro es porque lo ha pasado”.
Mira a Río
Queda claro que Mario Bazán ya no puede seguir entrenando en
Perú. Debe salir como cualquier deportista que quiere superarse. “La idea es
irse afuera. Ya analizamos eso. Estamos hablando de un nuevo entrenador y
cuando tengamos algo concreto lo voy anunciar”.
“La idea es un mexicano o un español, y estamos viendo eso.
No lo decido yo porque yo no le voy a pagar de mi dinero , lo que va tener que
correr (financiar) el IPD o el Comité
Olímpico no sé quien se hará cargo de eso. Mi ex entrenador, Julio Pérez, tuvo
problemas, hasta con juicio con el IPD y todo eso. Nunca
se llegó a un acuerdo".
En la Villa Olímpica se dio cuenta de las diferencias entre
“apoyo” y “apoyo”. En ese sentido Perú le da una bicicleta a sus deportistas,
mientras que atletas de Venezuela o Colombia reciben un auto del año. Esa es la
diferencia.
“Se trata de invertir un poco más. Si somos deportistas de
élite tenemos que trabajar un poco más por separado. Las vitaminas, la comida, tienen que ser más individuales. No se puede mezclar ciertas cosas porque estás en
un nivel superior y no le dar lo mismo
que les das a otros”.
“Se necesita más (apoyo), hay gente que lo sabe. Nosotros no
lo podemos estar diciendo porque hay gente que lo sabe. No podemos hablar mucho porque podemos salir
perjudicados de esto; pero la gente que apoya sabe como es esto”.
Su mira está puesta en Río en el 2016. “Se me viene prepararme para el próximo ciclo
olímpico que arrancan el próximo año con los Juegos Bolivarianos, además hay
que hacer la marca mínima para el Mundial de Mayores en Moscú. El proyecto es
para Río”.
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