Julio Zamora no
terminó contento pese al “baile” que Melgar le metió a Vallejo. Su malestar no
tiene nada que ver con el rendimiento del equipo; sino porque siente –
nuevamente – que los administradores del club no valoran su trabajo.
En los días
previos al compromiso con la Vallejo, específicamente el miércoles, estuvo molesto
en la práctica, pero no lo exteriorizó con sus muchachos, sino las mantuvo
dentro de su comando técnico. No quiso hablar de ese tema tras el
entrenamiento.
El domingo fue
diferente. La goleada fue buena cama para quejarse y hacer sentir su voz de
protesta. “La cosa no esta bien. Tengo reuniones (con los
administradores); pero saco más dudas que certezas”.
“No sé si
continúe”, recalcó. “Así que el miércoles viene mi representante para hablar
(de la renovación de contrato) con la gente (administradores). Si no se llega a
un acuerdo el jueves o el viernes ya no puedo seguir participando de este
proyecto”.
Es más recomendó
a la administración, que si ya no quieren contar con sus servicios, tienen
tiempo en este receso del torneo para buscar a su remplazante.
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