Julio Zamora mira atrás.
En enero llegó como un desconocido en su faceta como técnico. Se acomodó a las
circunstancias, a un equipo que meses atrás había peleado la permanencia en la
profesional inmerso en un ambiente de
desconfianza.
“Estamos cerca de un
objetivo (Sudamericana), pero el objetivo cuando llegamos no era este. Cuando
llegué el objetivo era tratar de que el equipo no pelee la baja y nunca se
pensó en esto. Los únicos que pensamos que esto era posible fueron los
jugadores, nosotros, fue Miguel Macedo y Giancarlo Vidal (ex dirigentes) que
fueron los que hablaron conmigo y gracias a ellos dos uno está acá”, aclara el
“Negro”.
Melgar está a un paso de
volver a la élite internacional y eso a él no lo desconcentra. “Se están haciendo
las cosas bien; pero aún no hemos terminado nada, no se ha ganado nada”.
“Debemos mantener la calma
y no estar ansiosos”, recomendó. “El partido del domingo ante Comercio nos
podría dar esos tres puntos de la clasificación; pero hay que pensar que aún faltarían
dos partidos más que también son importantes”.
“Comercio será complicado
porque ellos también luchan por la Sudamericana. No podemos presionarnos, ni
nada de eso. Hay que salir a jugar tranquilos sin pensar en la clasificación”.
Recuerda que las tres
veces que clasificó a la Sudamericana no pudo dirigir internacionalmente. “Tuve
la mala fortuna de no dirigir ninguna Copa en las tres ocasiones que clasifiqué
con Aurora (Bolivia) y parece que si
clasifico acá (Melgar) seguiré por el
mismo camino”.
“La Copa sería un buen
regalo no para mí, sino para la gente. La gente se merece un logro. No es muy
importante; pero es un logro al fin”.
Después recalcó: “Pensamos
que el técnico es un vendedor de ilusiones y nosotros vendemos esa ilusión.
Gracias a Dios se puede dar y trataremos de no desaprovecharla”.
La renovación
El futuro de Zamora a
estas alturas es incierto. “Dije que esto lo voy a dejar para ellos
(Administración Temporal) si quieren renovamos, sino no renovamos. Yo me voy a
dedicar a mi trabajo y lo demás lo dejo de lado. Tengo propuestas de otro lado. Ya no me preocupa si no me
quieren renovar. Me cansé y espero que pasen estos tres partidos para ver qué
es lo que pasa”.
Su rostro refleja molestia
por una toma de decisión que tarde mucho en llegar. “Por la gente, por Arequipa
me siento cómodo; pero no depende (la renovación) ni de la gente ni de Arequipa
sino de los que ven esto. Estuvimos en Lima, tuvimos una reunión y no llegamos
a nada. Así que ya no me preocupa la renovación lo que me preocupa es ganar el
domingo”.
“Toda directiva está en su
derecho a renovar o no renovar”, reconoció y dijo que aunque tiene propuestas
la prioridad siempre la tendrá Melgar. “Estoy bien de Arequipa por más que
venga quien venga si Melgar me renueva me quedo”.
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