Julio Zamora es hombre de
buena fe y piensa que todos lo son. El “Negro” se maneja a través de códigos de
fútbol, de esos que priorizan la lealtad y el compromiso, que enaltecen la
palabra sobre un documento firmado y a los que, lamentablemente, muchos
“gambetean”.
“Confío en su buena fe”, dijo tras regresar
a Lima y cambiar por enèsima vez su decisión de dejar Melgar. “La verdad es que
el viernes tras la reunión que sostuvimos decidí dejar el club, me cansé de
esto”, cuenta la primera parte de la historia.
La segunda, como ha sido en estos ùltimos
tres meses, es conocida. “Nos volvimos a reunir por la mañana y las cosas
mejoraron. Pensé en la gente, en su cariño y decidí seguir al frente del
equipo”.
Del jueves a esta parte nada ha cambiado.
Firmó su contrato y la administradora temporal no. “Me han dicho que cuando
regrese lo van a firmar. Yo les he dejado el contrato firmado como una letra en
blanco. En mi cara pelada me han dicho que quieren que me quede, yo les creo”.
Confiado el “Negro” que hoy parte a Buenos Aires y retornarà “si no me dicen
antes que no me quieren”, el 8 de enero.
“Mi decisión es por el cariño de la gente,
en verdad me conmueve. Por ellos me quedo”, recalca como para dejar bien el
claro el motivo que lo hace soportar tanto maltrato.
“Espero regresar en enero para arrancar la pretemporada.
Eso me dijeron”, finalizó.
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