El 2-1 en Chimbote frente a Gálvez da un espaldarazo de autoconfianza a un equipo que llevaba diez partidos sin ganar (9 en el Descentralizado y 1 en la Sudamericana) y que de un momento a otro se ve involucrado con el descenso.
El "pelotazo", esa fórmula primaria; pero eficiente que adoptan equipos con poco fútbol fue el arma que usó el dominó para dar vuelta a un 0-1 que se pensó sería la prolongación de una racha de malos resultados que se inició en la fecha 17, cuando Alianza Lima le ganó 1-0 en Matute.
Alrededor del partido flotaba un clima tenso. Al frente estaba Gálvez, otro complicado con el descenso que convertía este partido en clave. Además mientras Franco Navarro cumplía sentado en la tribuna occidente del estadio Manuel Rivera Sánchez la primera de la diez fechas que tiene de suspensión, el recordado Julio Zamora debutaba como técnico chimbotano.
Fue el "Negro" que justificadamente pidió que este partido no se suspenda. Tenía que aprovechar que este Melgar estaba para el K.O. y por poco lo logra.
Gálvez no es más que Melgar y quedó comprobado en los 90 minutos de juego. Ambos regalaron un partido discreto que ganó en emociones cuando adoptaron el espíritu del fajador, del que da un golpe sabiendo que puede recibir una respuesta igual de fuerte.
La imperiosa necesidad de ganar convirtió a Gálvez en protagonista sin armas futbolísticas para hacerlo. Pese a ese ímpetu el primer tiempo terminó en una igualdad que ya muchos firmaban como resultado final.
Pero el 0-0 no era negocio para nadie. Gálvez a estas alturas de la noche era colero del Descentralizado y Melgar estaba sumamente complicado con el punto que la CJ-ADFP le restó por los sucesos del partido con Universitario. En este terreno entonces pensar en el empate como resultado salomónico era errado.
Ya para el complemento, los chimbotanos salieron un poco más agresivos; pero no causaban daño al arco de Butrón hasta el minuto 56´cuando el línea (Triveño) anuló un gol a los locales. Ese fue el preámbulo de la apertura del marcador.
Si algo caracterizó a Zamora en los meses que estuvo en Melgar es que trabajó mucho la pelota parada como arma principal para llegar al gol. Lo mismo trata de instaurar en Gálvez. Si en el primer tiempo una jugada de laboratorio fue desperdiciada por Aliberti, a los 60´ el defensa Andrés Salinas no lo desaprovecharía ante una nueva desatención de marca de la zaga rojinegra.
El 0-1 planteó otro panorama a Navarro. Decidió cambiar a Salas que hasta ese momento intentaba hacer ese fútbol tan escaso en Melgar para apostar por su método: pelotazo.
Ingresó Cuesta y Zúñiga para dar mayor peso al equipo; pero el verdadero punto de quiebre del partido fue la expulsión de Claudio Velasquez por doble amarilla. A los 73´el argentino vio la roja y dos minutos después llega el gol de "Cachete", cuarto en lo que va del año.
Rogelio Gonzáles, ese juvenil arequipeño de paso por Alianza Lima, sacó un centro al segundo palo que llegó a la cabeza de Meza Cuadra. El frentazo fue potente, cruzado; pero se iba afuera hasta que intervino la testa de Zúñiga que le cambio de dirección y se metió con el balón al arco de Daniel Reyes.
Franco ordenó a Leo Rojas que estaba en la zona técnica que realice otro cambio. Puso al juvenil Piero Chirinos en reemplazo de Meza Cuadra para ganar más hombres en el mediocampo y así tener el control de la pelota.
Nuevamente Rogelio Gonzáles apareció en escena para sacar otro centro al segundo palo que Zúñiga conecta de cabeza,el balón choca en el travesaño y el rebote le queda a Frontán que metió un disparo furibundo para colocar el 2-1 a los 88´.
El pitazo final del juez Fernando Legario se sintió como un gran alivio, como el final de una mala racha y el inicio de una recuperación no solo en el torneo local, sino también en el internacional donde se tiene que dar vuelta a un 0-3 para seguir con vida.
El once que arrancó las acciones fue con Butrón, Yáñez, Contreras, García, Gonzáles, Ojeda, Morales, Jasaui, Salas, Frontán y Meza Cuadra.
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