Esta XVII edición de los Juegos
Bolivarianos diztan mucho de los últimos que organizó Perú, mejor dicho
Arequipa en 1997 y que fueron catalogados por la Organización Deportiva
Bolivariana (ODEBO) como los “mejores del siglo”.
La cabeza de la organización fue Oscar
Zúñiga Rosas, actual alcalde de Bustamante y Rivero, quien contra viento y
marea y con apoyo tardía del gobierno sacó adelante un campeonato que congregó
a más de dos mil deportistas.
“Cada edición tiene sus propias
dificultades y problemas. Lo único que sé de la organización de estos Juegos es
por lo que publican los medios”, reconoce.
En aquella oportunidad el gobierno de
Alberto Fujimori destinó 3 millónes de dólares para comprar material deportivo,
levantar la piscina de Cayma, adecuar la Villa Bolivariana y mejorar la
infraestructura con la que ya se contaba como coliseos, velódromo, estadios,
etc.
Aunque nominalmente los Juegos los tendrìa
que organizar Trujillo en la pràctica Lima y Chiclayo será la que congregue la
mayoría de deportes. “Recordemos
que solo por una cuestión de costos en
el traslado de los caballos, en Lima se organizó deportes ecuestres. Después
todas las disciplinas fueron en Arequipa”.
Se ha querido modernizar la competencia
con la inclusión de nuevas disciplinas y nuevos países, pero se ha perdido la
esencia de lo que es el espíritu bolivariano.
“Invitar a otros países competitivamente
es muy bueno, pero se pierde la esencia de lo que son los Juegos. Ahora será
mucho más complicado que deportistas bolivarianos suban al podio”.
Pese a que fue presidente del Comité
Organizador, no lo han convocado si quiera para pedir un concepto o una idea de
cómo se lleva adelante un evento de tamaña envergadura logística.
Recuerda que luego del éxito de 1997, Arequipa intentó
postular a organizador los Juegos Sudamericanos. “El Gobierno Regional nos
apoyó y solo necesitàbamos una carta aval del presidente de ese entonces
(Toledo) que nunca la entregó. Ahí se acabó el sueño”.
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