Campeonar no es
una obsesión personal, pero sí un deseo que tiene en común con su plantel de
jugadores. Luis Flores Villena, “Puchito” en el ambiente futbolìstico, está
cerca de lograr su primer título nacional y de paso darle a Moquegua su primera
Copa Perú.
“Quiero lograr la
Copa no para ser más exitoso como entrenador, sino para hacer feliz a mucha
gente que sigue a San Simón, eso a mí me hace feliz”, comenta en un diàlogo que
de fútbol tuvo muy poco.
“Muchos dirán, no
consiguió nada pero no creo eso. No tengo temor en enfrentar a cualquier
técnico en tema de conocimientos. No es que no me sedujo la posibilidad de campeonar, sino es que no
la busqué. Así soy feliz”.
Muchos dirán que
es un técnico “sin carácter”, sin temperamento, porque no grita o no es un
“showman” cuando dirige.
“Algunos
ténicos que gritan e insultan y dicen es
un técnico con personalidad, otro promete que va a campeonar y dicen es un
ganador. Simplemente venden humo y la gente compra”.
Ingeniero metalùrgico
de profesión y docente de la Escuela de Entrenadores de la Unsa, en 1998 debutó
como técnico en Melgar. “Pasé de jugador, a asistente tècnico y de ahí dirigí.
Luego me fui a Cristal a los menores. En Lima siempre te ven como el
provinciano y las cosas no son fáciles”.
Por años fue el
“salvavidas” de Melgar. Hasta a punto de campeonar en la Segunda División con
Cobre Sol, recibió un SOS desde Arequipa y dejó esa oportunidad de “gloria” por
regresar a su querido club.
Ahora esa
relación seha enfriado y parece saber el porquè. “Cuando entrenaba Wilmar
Valencia (2011) me llamaron y me propusieron que dirija el último partido
porque Wilmar no había aceptado poner a jugadores que la directiva había
ordenado. Desistí, no podía aceptar porque era el asistente tècnico. Me dijeron
que en el 2012 sería el entrenador pero no acepté. Desde ahí parece que me
pusieron la cruz”.
Frío como el hielo
Ya sabe como saldrá a jugar ante
Huaral, pero no suelta prenda y se guarda la estrategia. “Aún quedan dos días
de trabajos y hay cosas por corregir. No tengo el once titular”.
Antes de las prácticas tiene acostumbrado
hablar con sus muchachos. Y en estos días ha incidido en un tema: los àrbitros.
“Los árbitros no meten goles. Los que ganan o pierden los partidos son los
jugadores”.
“Huaral es complicado, por algó esta en la final y se merece
respeto”, sentenció.
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