Desde el ángulo que se le mire, el triunfo (1-0) de esta tarde ante Comercio sirve para sacar valiosas conclusiones de lo que es este Melgar y de lo que pretende o visiona su técnico, Juan Reynoso, a futuro para establecer "estilo de juego".
Esta vez el espectáculo fue lo que más se extrañó en un partido que como se pensaba iba a ser complicado por el rival que se tenía al frente, pero que lo fue aún más porque Melgar lo quiso así.
Ese juego aletargado, de constantes pases al costado y retroceder el balón cuando la tribuna te pide ir al frente siempre, es similar al que dio tan buenos resultados hace una semana en Olmos en el 3-0 frente a Los Caimanes, solo que se cambió de coprotagonista y de escenario.
Melgar quiere jugar a eso, al toque, al pase en primera, poca conducción de balón y en el momento exacto encontrar el espacio, el pase al vacío, la claridad en esa habilitación y gol. Pero es más fácil aplicarlo con un rival que proponga, que salga a menos de la media cancha, pero este Comercio leyó muy bien lo que planteó el dominó y no salió. Se metió atrás con dos líneas de cuatro, y no salió de ese esquema aunque estuviera contragolpeando.
Comercio lo planteó muy bien. Se preparó para enfrentar a un rival que no saldría a atacar a la loca, sino a pegar en el momento adecuado.
Y así fue. Melgar no salió ansioso como en otros partidos, salió a imponer su juego, ese que quiere que sea su etiqueta aunque en algunas circunstancias como esta no le guste a su gente.
El hecho concreto es que Melgar ganó y salvo algún imprevisto de esos que siempre pasan en el fútbol, el triunfo nunca estuvo en duda. Desde el gol de Bernardo Cuesta a los 13´PT, tras pase de Alva, fue muy poco lo que se creo en ofensiva.
Reynoso ordenó tener la pelota, rotarla, cuidarla, y por momentos se hizo pero casi nunca se finalizó con un disparo al arco, como paso en el tercer tanto en Olmos, en el gol de los 20 pases.
Lo de Comercio pasó por aprovechar esas fallas que siempre se presentan y que esta vez tuvieron nombre propio: Villamarín. El zaguero, en el primer tiempo, perdió dos pelotas por querer salir jugando, una de ellas terminó en un bombazo del "Chucho" Chávez que remeció el travesaño, el otro quedó en los píes de Meza Cuadra que con más decisión hubiera ingresado solo al área.
Y es que con este sistema de juego, el que no tiene visión para dar el pase al jugador mejor ubicado se va a llenar de pelota y eso pasó con Edgar. Las dos veces se la quitaron de pie antes de que transite el balón.
En el complemento, Melgar no cambió la forma de jugar, aunque ordenó lanzar en la media de las posibilidades esos pelotazos a las espaldas de los defensas. Por las bandas se ha hecho vital el trabajo de hombres como Fernández y Alva, cada uno por la lado siempre ponen un plus diferente ese del desgaste físico, de pelearlas todas.
Lo de Cuesta al igual que los antes mencionados pasa por su cuota de gol y por ese despliegue físico que lo coloca un eslabón más alto que sus compañeros.
Todos los demás funcionan a la par, nadie destaca y en partidos como este tampoco nadie brilla más que los demás.
Reynoso sacó a sus dos hombres de marca: Vásquez y Hernández, y colocó a Neyra y Pizarro, antes había ingresado Minzum x Torres.
Lo de Diego Pizarro fue importante porque es su debut en un equipo que ya está armado, que ya tiene ritmo de competencia. No lució porque tampoco jugó arriba, en su posición de atacante, sino que lo hizo más retrasado con la obligación de obstaculizar el tránsito del balón cuando esta en posición del rival.
Fue un buen triunfo porque significa mucho, porque Melgar ya se está acostumbrado a ser puntero y no se asusta de serlo.
ALINEACIONES
MELGAR: Butrón, Villamarín TA, Lampros, Nelinho, Vásquez, Hernández, Rivas, Torres, Alva, Fernández y Cuesta. Cambios: Minzum x Torres, Neyra x Hernández, Pizarro x Vásquez.
COMERCIO: Ruiz, Reyes, Moreno, Iglesias, Trauco, Corcuera, Medina, Machaguay, Chávez TA, Velarde, Meza Cuadra. Cambios: Guevara x Machaguay, Bogado x Meza Cuadra, Baylón x Chávez.
Arbitro: Ramón Blanco
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