Melgar despertó del sueño en Huancayo

La última esperanza que tenía Melgar se esfumó en Huancayo. El 3-1 que le propinó Sport Huancayo mató las ilusiones que quedaban bailando en el aire. Ya no es cuestión de terceros, el dominó definió su futuro en una de esas actuaciones que dejan el sinsabor de saber que con poco el rival les arrebató tres puntos.

Dos goles del brasileño Kleyr Vieira y otro de Ronal Celiz le dieron el triunfo a un equipo que se sabía iba a ser muy complicado por la lucha que aún protagoniza con el descenso.
Melgar tenía que ganar y no lo hizo. No cabe, como han sido en los últimos partidos, el consuelo de ganar pese a que se jugó mal. Así se venció a Vallejo y luego a San Simón, entonces se pensó que esa fórmula que prioriza el fin era la más adecuada para seguir dando vida a una esperanza que se comenzaba a diluirse con los puntos que se perdió de local.
La factura a Reynoso y compañía ha sido la incapacidad de hacer respetar la localía. Trató de hacerlo jugando bien, las pocas veces que lo hizo, y no funcionó. Entonces trató de hacerla a la mala, por peso de camiseta y de jerarquía de jugadores y la cosa tampoco fue bien.
En este Clausura en casa se han perdido seis puntos productos de tres empates. Y en esta sumatoria esos seis puntos que se dejaron escapar como en el 1-1 ante Aurich, ahora deben estar remordiendo la conciencia de Juan.
Villamarín dijo una verdad antes de partir a Huancayo. Melgar se trazó un objetivo a inicios de año, pero en el camino se dio cuenta que con lo que tenía podía alcanzar para algo más. Ahí se comenzó a cimentar esa posibilidad de pelear directamente el título, de llegar a una Libertadores.
El sin sabor es lógico. El pan estaba al alcance de la mano, pero los dedos lo olieron sin poderlo tocar.  Pasó en el Torneo del Inca, en el Apertura y ahora se repite en el Clausura.
"Algo dejamos de hacer", coincide todo el plantel. Faltó algo, algunas veces fue fútbol, otras veces compostura para hacer sentir la jerarquía y otras eso que llaman actitud, pero siempre faltó algo para hacer un buen torneo y no solo cumplir buenos partidos.
Este grupo, es su principal logro, ha devuelto al dominó al sitial que años pasados era impensado en una institución llena de problemas e intereses personales. Ese ha sido un objetivo que Reynoso ha logrado y se le agradece.
Pero a estas alturas nadie reconoce eso. El hincha se ilusionó mucho y pasó de las críticas de inicio de pretemporada quejándose porque la administración temporal y el nuevo comando técnico habían arrebatado la etiqueta característica de la rojinegra de ser un equipo  con jugadores de su casa. Esa era la diferencia de Melgar con el resto de los "provincianos" y la perdió. Desde este 2014 a futuro, la situación en sí del club ha dado un vuelco total y eso a nadie interesó.
Todos se obnubilaron por los buenos resultados y era lógico. Melgar de la mediocridad ha dado el salto al protagonista pero a un costo histórico.
Falta un partido para cerrar un año donde estadísticamente se fue de menos a más. En el torneo del Inca se hizo 22 puntos, en el Apertura 25 y en el Clausura estamos en 27, a falta de un partido de local ante Alianza Lima.
Futbolísticamente se han presentado mesetas de rendimiento con el duelo frente a Cristal en Arequipa que terminó 1-0 donde se vio a un equipo sólido, pero las mejores presentaciones  han sido fuera de casa. Triunfos ante el mismo Cristal, Universitario, Vallejo, Cienciano, Caimanes, etc., hicieron de esta campaña diferente a las anteriores.
Melgar fuera de Arequipa cumplió más allá de lo pensando, pero como local dejó muchas dudas. Si en el torneo del Inca se empató con Caimanes y se perdió con la "U", en el Apertura se lograron cinco empates en el "Monumental"  de ocho compromisos, y en el Clausura se han igualado tres partidos de seis a falta del séptimo ante los "grones".
En ese punto se explica ese "nos faltó algo". Melgar no ha sido un buen local a veces como justificaba Reynoso por que el rival se tiraba atrás, pero de los nueve empates solo uno terminó 0-0 (Cienciano, F1 del Apertura) en todos los demás les anotaron uno o dos goles. Es decir que el rival en algún momento del partido salió de su área y resquebrajó a la defensa. Les sirvió un par de ataques para hacer daño y luego se defendieron hasta desesperar a los rojinegros.
A Melgar le acomoda mucho jugar de visitante, salvo lo de esta tarde en Huancayo. Pero fue un partido diferente. El triunfo de Cristal sobre Alianza Lima no fue muy bien asimilado por los jugadores que esperaban un empate entre ambos para tener mayores opciones de llegar a esa preLibertadores.
No se dio. El gol de Balta que marcó el empate a los 33´ hacía predecir que en el complemento se podía remontar, pero no fue así. Huancayo se jugaba la vida obligado por el triunfo de Los Caimanes en Cusco sobre Cienciano.
Lo que queda es seguir peleando por terminar primeros en el acumulado. Será un buen premio consuelo como lo es la clasificación a la Sudamericana del 2015. Melgar ahí mantiene la diferencia. Va con 52 puntos, tres más que Cristal que hoy juega frente a  Comercio.


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