El jinete arequipeño Rafael Bejarano Martínez recibió, en una ceremonia privada, el
diploma y medalla de oro de Arequipa que
le otorgó la municipalidad provincial reconociendo su destacada carrera
deportiva que se resumen en que es considerado en el top ten del ranking de
jockeys de Estados Unidos acumulando ganancias que superan los 150 millones de dólares.
Con 33 años de edad, vecino del distrito de Cerro
Colorado, este talentoso jinete es un predestinado para el hipismo. Su historia
tuvo un punto de quiebre a los 17 años. “Estaba con mi padre, con quien vivía
en Lima, entonces pasamos por el hipódromo de Monterrico y pensamos que era un
estadio de fútbol. Ingresamos como para ver qué pasaba y fue amor a primera
vista, me enamoré de la hípica y todo el ambiente que se vivía”.
Junto a su madre Elba. |
Nació en una familia de clase media. Este deporte le ha
dado la oportunidad – confiesa – de ser alguien en la vida. No solo es
reconocido en todo el mundo por su desempeño deportivo sino que solo en este
2015 ha generado ganancias de 10 millones 650 mil 387 dólares y es considerado
en el puesto nueve del top ten de jockey de EE.UU. según la empresa de
estadísticas Equibase.
De habla fácil, pese a su triunfal trayectoria en las
pistas americanas es la primera vez que recibe una distinción por parte de la
comuna arequipeña. Su nombre tiene tanto peso en la hípica nacional que
apadrina la Escuela de Jinetes de Arequipa.
“Soy un tocado por Dios”, recalcó y pidió la promoción de
hipismo en Arequipa. “Falta marketing, el hipismo genera fuentes de trabajo, es
recreación, es turismo. Acá en Arequipa hay buenos jinetes, hay un excelente
hipódromo y estoy seguro que hay mucho talento. Estoy dispuesto a ayudar, tal
como me ayudaron a mí, para triunfar en esta carrera”.
Está de paso por Arequipa. Vino a visitar a su madre,
Elba, y a saludar a algunos amigos tras haber ganado nuevamente la temporada en
California.
“Era soldado en el Ejército, allá en Lima pero me sacaron
porque se dieron cuenta que había mentido al dar mi edad. Dije que tenía 18
cuando recién había cumplido 17 años, por menor de edad dejé el cuartel.
Coincidentemente estaba en el batallón de caballería, como es la vida”, sin
duda un predestinado para la hípica.
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