Melgar no gana desde el 16 de
diciembre en Arequipa. Ya van dos meses sin triunfos y Reynoso se comienza a
preocupar.
La derrota (2-3) de ayer a manos de Aurich ha
calado hondo en la interna. "Volver a las bases", ha reclamado
el técnico dominó en vestuario. Todos se sienten culpables en un arranque de
campeonato que nadie esperaba.
En
la segunda fecha Cristal ganó en el Monumental 2-1 y ayer Aurich, jugando un
buen partido, le dio vuelta al marcador para concretar un gran triunfo: 3-2,
sobre el actual campeón nacional.
Son
tres partidos de local, sumada la derrota por Libertadores ante Mineiro (1-2),
que no se gana en casa. Nadie puede descalificar al equipo cuando recién el año
comienza, pero…
Lo
del sábado era hasta cierto punto de vista predecible. Melgar ha ganado sus dos
partidos de visitante ante rivales a los que fácilmente sometió: UTC y
Ayacucho, y a los que marcó tres goles a cada uno. Pero en casa le tocó
sparring más complicados: Cristal, Mineiro y Aurich, equipos que tienen otra
estructura y que, en caso de los nacionales, buscan quitarle el título nacional
y ya han dado el primer paso: ganar en Arequipa.
La
figura fue similar a la que se presentó ante el “gallo”. Se comenzó ganando y
al final se cayó luchando, pero se perdió.
Diego
Estrada, el costarricense, puso el 1-0 recién comenzado el partido (2´) y avivó
la idea de conseguir el primer triunfo del año en calidad de local. Y pudo
llegar el segundo, pero la suerte ni la puntería no estuvo del lado de los
rojinegros.
Reynoso
comenzó el partido con un equipo al que le costó jugar como tal. Y no es que la
juventud de Gustavo Torres, el arequipeño de 20 años que salió como capitán, o la
de Aurelio Gonzáles Vigil mermaron el rendimiento en conjunto, sino que se
volvieron a presentar fallas en una
defensa que en sí, pese a quien juegue, erra y cuesta goles en contra.
Desatenciones
similares a las que se presentaron ante Cristal y Mineiro, se volvieron a vivir
frente a Aurich. Es como un desaire al núcleo del mensaje de Reynoso:
concentración.
El
gol de empate llegó por ese factor y también por otra causa externa: el
arbitraje. Tiro libre de Cedrón, la pelota va directo al arco y Tejada para
facilitar el trayecto del balón traba a Rivas, la acción la ven todos menos el
juez Seminario. Mientras tanto el portero Alvarez se ve con la acción encima y
vuela a destiempo. Gol a los 23´. Ya a esas alturas se experimentó el primer
cambio obligado por lesión. Salió Hinostroza e ingresó Marcos.
Luego
llegó un golazo de Ubierna (31´), un disparo de unos 28 metros al primer palo
del “Pato”. Golazo sin discusión. Ese tanto fue el K.O. prematuro para un equipo
que intentaba recuperarse. Así se fueron al descanso.
En
el complemento tal como sucedió ante Mineiro, el equipo mejoró. El “jalón de
orejas” de vestuario dio resultados, pero solo en lo anímico. Se ganó
protagonismo, hubo por ahí un par de tiros al palo, emoción que encantó a la
tribuna que comenzó a soñar con la remontada.
Pero
la ilusión muy rápido se difuminó. A los 9´ST, el “Pana” Tejada colocó el 3-1.
Si
hay algo que destacar del equipo de Reynoso es que nunca baja los brazos. Ayer
no fue la excepción. Se metió, se corrió, se crearon ocasiones de gol, pero no
hubo claridad futbolística ni gol. Así es muy difícil ganar.
Ya
sobre el final, Carlos Fernández puso el descuento para el 2-3 final.
El
equipo arrancó con Alvarez; Acasiete, Rivas, Bolaños, Loyola; Torres, Arce,
Hinostroza, Estrada; Gonzáles Vigil y C. Fernández. Ingresaron Marcos x
Hinostroza, Sánchez x Gonzáles Vigil, O. Fernández x Arce.
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