Desde el 2012, Samuel Zevallos Aréstegui (69) lucha contra el cáncer.
Ese que adquirió, según le han dicho los médicos, en las mañanas de más de 20
años que pasó expuesto al sol en los entrenamientos de su querido Melgar, club
que se niega, en base a apelaciones, a acatar un fallo para pagar beneficios
sociales.
El “Viejo”, así le decían los cientos de futbolistas que desde 1990
hasta finales del 2011 pasaron por tienda dominó, ha perdido movilidad.
Ahora se traslada con ayuda de una silla de ruedas. “Solo quiero que me paguen
lo que me corresponde, nada más”, resume.
Profesor de profesión, comenzó a trabajar en Melgar a finales de los
80`. Ingresó como jefe de equipo en la directiva del ya desaparecido Gilberto
Corrales. Luego fue empleado del club en los periodos de Alejandro Corrales
Zea, Robert Gutiérrez, Luis Paredes, Anibal Calle y Henry Bustinza.
No hay fair play
En el 2011 le detectaron cáncer a la piel. Meses después renunció.
“Presenté mi renuncia por motivos de salud”, reconoce. Fue mal aconsejado,
reconoce ahora, pero peor fue creer en la promesa de que la administración
temporal que tomó el control del club en el 2012 le iba a pagar sus beneficios
sociales.
Su lucha en los tribunales comenzó en el 2015. Consciente de que con su
renuncia perdió algunos derechos laborables, solicitó que le paguen lo que la
ley estipula: CTS, vacaciones truncas y AFP.
Ha ganado en dos instancias del Poder Judicial, y en ambos casos Melgar
ha apelado, la última ha sido el lunes 21 de noviembre, alegando que no existen
documentos para comprobar que trabajó en Melgar.
Pero Zevallos tiene los carnés y acreditaciones que le otorgó la
Asociación Deportiva de Fùtbol Profesional y la Federación Peruana de Fútbol
como jefe de equipo de Melgar, además cuenta con algunas boletas de pago,
publicaciones periodísticas, etc. Todo eso valoró el PJ para fallar a su favor.
Reconoce que tendría que tener un expediente más contundente y fue a
buscar documentos al club. Le dijeron que no existían, que en el 2005 (año del
cambio de gestión de Corrales a Gutiérrez) se habían perdido.Peor respuesta
recibió al solicitar a expresidentes como Calle o Bustinza que le dieran un
documento donde aceptaban que laboró en el club. No le dieron nada.
En el mismo juicio, ningún expresidente fue a declarar. Solo lo hizo el
exadministrador del club Alejandro Tapia que es uno de los acreedores que tiene
Melgar y al que se le debe más de 300 mil soles.
Pese a esos contratiempos, la justicia le ha dado la razón dos veces. Y
establecido como pagó 130 mil soles.
Cuenta que hubo un acercamiento con la actual administración de Jader
Rizqallah que le propuso una suma risible de S/ 30 mil para que deje el
juicio. No aceptó.
SU OTRA LUCHA
Samuel actualmente está internado en la clínica Paz Holandesa, donde ha
sido derivado por EsSalud. “Desde que dejé Melgar no he ido al estadio, pensaba
que me iban a tratar mal y para evitar pasar malos momentos mejor me quedaba en
casa viendo los partidos por televisión”.
Siempre está pendiente del equipo y celebró el título del 2015 como
espera hacerlo con el 2016.
La pregunta nace por sí sola: ¿Porqué cree que Melgar no le paga?, “no
lo sé”, acepta con desconcierto. “No creo que sea porque falta dinero. Ahora sí
hay dinero, no como antes donde se vivía de miserias y propinas. Lo único que
quiero es que me paguen lo que ha dicho la justicia. No sé que esperan, no sé
por qué están apelando”.
El tiempo transcurre y el “Viejo” solo espera que Melgar tenga algo de
humanidad.

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