La semana pasada, el Club FBC Melgar envió a la presidencia del Consejo Regional del Deporte de Arequipa (IPD Arequipa) un requerimiento formal solicitando la predisposición de esta institución en ceder en alquiler el estadio Melgar al club dominó por toda la temporada 2018.
Fue un formalismo que pide la Federación Peruana de Fútbol y que Melgar, con la respuesta positiva del IPD, ya cumplió.
Con esta actitud, queda claro que Melgar no desea volver al Monumental Arequipa ni para jugar Libertadores. Es más, ha solicitado la instalación de luces LED en las cuatro torres de iluminación para habilitarlo pensando en afrontar la primera fase de la copa del 2018, a la que ya se encuentra clasificado.
¿Y LA PROMESA DE YAMILA?
En febrero último, Yamila Osorio, gobernadora de Arequipa, anunció que remodelaría el estadio Melgar con un presupuesto de no más de 100 millones de soles. Bueno, todo quedó en palabras.
Tras los estudios que realizaron los técnicos del Gobierno Regional de Arequipa, la obra que consistía en tirarse el coloso abajo y levantar uno moderno, superaba los 300 millones de soles, dinero que Osorio no piensa entregar más aún cuando políticamente no tendría ningún beneficio debido a que no puede postular a la reelección.
Ante esta situación el IPD ha decidido mantener el mutis a la espera de que sea la misma Yamila la que oficialice el no cumplimiento de su promesa.
Pero hay un plan B, que aunque suene a utopía, puede ser una buena alternativa. El IPD planea ampliar la capacidad del aforo a 25 mil espectadores levantando tribunas en sur y norte.
Comentarios