Melgar y su Talón de Aquiles, la Copa Libertadores

Foto Conmebol.
Tres Copa Libertadores consecutivas y el final es el mismo. Melgar nuevamente sale del torneo más importante del continente por la ventana. Santiago Wanderers, el equipo chileno que juega en la Primera B, lo sacó de competencia al ganarle 1-0 en el mismo Monumental Arequipa y prematuramente sentencia un año al que desde ya puede ser considerado como fracaso.

Este equipo, llamado por muchos el dream team del fútbol peruano, se armó para afrontar la Libertadores, esa era la prioridad de Meza, sus jugadores y el dueño del club Jader Rizqallah. Borrar la mala imagen que dejó el club en las ediciones 2016 y 2017 donde de 12 partidos jugados solo se ganó uno y se perdió 11, se volvió una obsesión en tienda dominó y lo seguirá siendo tras quedar fuera ya no en fase de grupos, sino en una preliminar (fase 2) donde se tenía al frente a un equipo que en el papel se presentaba accesible.
Pero Wanderers fue todo menos accesible. La semana pasada en Valparaíso, sin usar a todos sus refuerzos con los que espera luchar el ascenso, le hizo un gran partido al dominó. Terminaron empatados, es verdad, pero quedó claro que las diferencias entre el fútbol peruano y chileno aún son considerables. 
El 1-1 se tomó como un resultado ideal pensando en definir la llave en casa, ante su gente y con la posibilidad de contar en sus filas con dos hombres que no pudieron actuar en Chile: el ecuatoriano Narváez y el mexicano Tejeda, quienes fueron contratados para afrontar la Libertadores.
Ambos estuvieron en la cancha esta noche. Ratificaron sus cualidades y que serán importantes, pero a futuro. En este partido hicieron lo que pudieron, pero el que falló fue el equipo que aún no está a la altura de mostrar esa jerarquía que enrostra a sus rivales peruanos, en el plano internacional.
El partido fue bien planificado por Nicolás Córdova, DT de Wanderers. No vino a tirarse atrás, porque tenía que ganar y planificó el partido para eso. Fue Melgar el que tuvo que contragolpear los primeros minutos para intentar llegar al área chilena. Mientras los caturros imponían ritmo, cruzaban la pelota de un lado al otro desconcertando a todo el sistema defensivo rojinegro y a una tribuna que fue al estadio a celebrar una clasificación, los muchachos de Meza intentaban deshilvanar un partido que ellos mismos enredaron.
Poco a poco crecieron las individualidades chilenas. Marco Medel ya amenazaba a ser el verdugo. En el primer tiempo un disparo suyo es despejado de la línea de gol por Narváez. En los primeros 20 minutos fue Wanderers el que impuso condiciones, pero Melgar comenzó a salir de su reducto básicamente por el empuje de hombres como Arias, Narváez, Tejeda, Paolo Fuentes o Carmona, quien al final del partido no pudo controlar su impotencia, pateo a un rival y fue expulsado.
Pero el lateral fue de lo mejor. Jugó como debe afrontarse una Libertadores, porque este torneo se tiene que disputar con intensidad, esa intensidad de Copa Perú, de ir a todas a matar, de sacrificio, de roce; pero complementado con calidad. Melgar no tuvo ni una de esas características.
El equipo dejó una pobre impresión. Se dirá que hasta el final se lucho, que no se bajó los brazos, pero ese discurso es vago para justificar tres fracasos seguidos en Libertadores. Esta vez ni Cuesta, ni la velocidad y potencia impuesta por Tejeda, sirvieron.
El argentino tuvo una al final, una palomita que el portero Viana sacó al córner, pero la más clara fue la de Carmona que quedó solo frente al arco y definió como defensa: fuerte, alto y afuera.
En la banca Enrique Meza estaba desesperado. Su racha de 11 partidos oficiales invictos (10 torneo peruano y 1 Libertadores) terminaba de la forma más dolorosa, eliminado en fase previa de Libertadores.

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