Melgar se queda en la nada

Fotos: A Todo Deporte.

Melgar regresa de Huancayo golpeado. No jugar la final del Torneo de Verano a estas alturas y como viene el equipo, duele como cuando Wanderers de Chile lo sacó de la Copa Libertadores. Quizá lo que más preocupa a toda su gente que lo vio por TV y para los que viajaron a la Incontrastable es que no hay justificaciones para digerir esta situación, no hay de dónde agarrarse para explicar porque el team de Enrique Meza no camina.

Esta era la oportunidad que tenían los rojinegros para mostrar la jerarquía ganada en los últimos cuatro años y que en este 2018 solo apareció a cuenta gotas. Muy pocos argumentos futbolísticos presentó para doblegar a un equipo como Huancayo que basa su juego solo en orden defensivo y en un goleador letal como Neumann.

Paolo Fuentes, lo único rescatable en un equipo venido a menos.

Melgar no jugó mal, mejor dicho peor a lo que había rendido este año. Lo que mostró fue un resumen de todo lo que fueron las 13 fechas pasadas. Un equipo que le mete ganas, que por momentos tiene chispazos de buen fútbol, que ilusiona, pero que termina complicándose y frustrando a su hinchada que esta en su derecho de pedir más a un producto que le vendieron como bueno.

Los primeros minutos pintaron solo una ilusión. Arias a los 2´perdía el 1-0 ante un portero de garantía como Pinto, luego - hasta el gol del mismo Arias en el complemento - el equipo dominó no tuvo presencia constante en la zona donde estaba obligado a hacerlo para ganar: el ataque. Las arremetidas de Tejeda por la izquierda se extrañaron porque estuvo bien taponeado, solo  tuvo una que se la creo solo, su remate chocó en el parante.

Atrás Narváez fue un remedo del jugador que deslumbró en las primeras fechas.  Carmona, Jean Pierre Fuentes, Arce, Arias, errando pases que facilitaron la labor de recuperación de Huancayo y dejando en la orfandad a Cuesta que - esto si llama la atención - en 90 minutos de juego solo disparó una vez al arco y fue un sombrero que salió muy alto, estuvo ausente en el partido donde más se lo necesitaba.

Antes del gol de su gol (39´) Neumann había probado, de pelota parada, hasta dos veces a Penny, en todas el arquero respondió sin complicarse, pero en el gol nada pudo hacer. No pensó que Cleque tenga tantas libertades para sacar un centro cruzado y que Narváez se deje ganar la posición tan fácil. El frentazo del atacante lo agarró a contrapaso y sin reacción.

Para el complemento, Melgar salió a proponer, pero sin hacer cambios importantes. Salió el mismo once, solo que la orden fue adelantar las líneas. Mientras Melgar más atacaba, Huancayo contragolpeaba con mucho peligro, Neumann tuvo hasta tres claras de mano a mano, una de ellas se estrelló en el palo. 

Ni el cambio de Loyola por un desconocido Narváez mejoraron el panorama. Cuando entró Rengifo por Ruiz, se ganó presencia física en ataque, pero nada más. 

Arias celebra el empate.

Sin ideas para empatar y cuando los hinchas rojinegros comenzaron a resignarse, cayó del cielo el gol de Arias. Una pelotera en el área huancaína permite al volante anotar la igualdad.

Con el 1-1 se esperaba ver a un equipo con el cuchillo entre los dientes, pero el empate no significó ningún envión anímico. Todo volvió a lo mismo, con un Melgar atacando, pero con tibies, franciscanamente. El gran error de Meza fue sacar a Tejeda, que aún cansado había producido más que muchos que se quedaron en el campo, y poner a un hombre como Biancucchi, que sigue sin adaptarse al grupo.

Enrique, que dirigió el partido desde la tribuna por estar suspendido, veía como su equipo sin armas futbolísticas y apostando al azar buscaba una victoria que no mereció.

Queda poco tiempo para reformular las cosas básicamente en la interna donde hay mucho que conversar y decidir. Dirán las estadísticas que Melgar sigue invicto fuera de Arequipa, que hace 7 meses no pierde de visitante, pero en estos momentos de nada vale. Eso de "dejarlo todo" o "dejaron hasta la última gota" no calma la frustración que siente la tribuna al ver un grupo que ha perdido rebeldía ante la adversidad.