Nelson Ito, el gigante de la maratón

En todo su esplendor. Apunta a los Juegos Panamericanos y a meterse en la historia del atletismo peruano.
Debe ser por ese ADN que ha heredado de sus antepasados Collas que tiene el espíritu indoblegable. Desde que abrió los ojos al mundo, un 12 de abril de 1990, en su pueblo de Atuncolla (Puno), cerca a las chullpas de Sillustani y de la laguna Umayo, su destino estaba marcado para ser un luchador de la vida, inquebrantable ante cualquier obstáculo,  un  quijote - de 1.58 m de estatura - que hace realidad sus sueños.
Nelson Ito Ccuro ahora tiene 28 años. Mantiene la mirada y sonrisa inocente, del que primero aprendió a labrar la tierra antes de saber escribir. Este pequeño atleta - así se ha acostumbrado que le digan - se ha mantenido firme ante tantos inconvenientes que le ha puesto la vida desde que comenzó a interesarse por el atletismo.
"Hago atletismo desde hace 9 años más o menos", cuenta el actual tercer mejor maratonista de Sudamérica.  "En mi familia nunca pensamos que alguien sería deportista, no tenemos antecedentes o alguna cultura deportiva. A mí me nacía ser deportista porque en el Perú más fama le dan al fútbol, pero nunca escuché de atletismo. Es más, pensé que solo se practicaba en el colegio. Solo una vez participé (carrera de mil metros) y quedé primero en una competencia ya cuando salía del colegio a los 17 años…".
Esos fueron sus primeros pasos en un mundo del que quedó encandilado al ver unas imágenes en su televisión en blanco y negro. "Descubrí que el atletismo era más que el fútbol cuando vi los Juegos Olímpicos de Beijing de 2008, eso me impactó. Llegué a mi casa del colegio, prendí mi televisión en blanco y negro, justo pasaban la llegada de la maratón, era emocionante ver un  estadio lleno. Me dije ´algún día lo haré´. Todos mis sueños se enfocaron a ser atleta".
-¿En qué colegio estudiaste?
En el colegio San Andrés de Atuncolla, ahí jugaba fútbol en los recreos y también en el seleccionado de mi colegio. Después regresaba a mi casa y comenzaba a trabajar en el campo en la cosecha o en la siembra, dependiendo del mes. Nosotros trabajábamos para el consumo familiar. Mi padre se llama Francisco Ito Apaza y mi madre Máxima Ccuro Calsin, mis hermanos son Juana María, Nelly, Nestor, Sonia y Silvia, esa es mi familia.
Un día normal de entrenamiento por las subidas y bajadas del complejo deportivo de Cerro Juli.
-Dejaste tu pueblo y fuiste a Puno, primero a estudiar...
Tuve que irme de mi casa para estudiar (Agronomía) en la universidad de Puno. Ya era todo diferente, mis padres no me controlaban mucho y yo tenía que hacer mis cosas solo. Me decidí y  dije voy a entrenar. Me fui al estadio Enrique Torres Belón y le dije al cuidante quiero entrenar atletismo. Me dijo "normal, ponte a entrenar" y me puse a hacer algunas cosas que para mí era ligero, porque yo era muy rudo, tenía mucha fuerza porque siempre he trabajado en chacra, trasladando ganado, cargando, las labores de campo son trabajos duros y ya estaba acostumbrado a eso. No eran difícil los entrenamientos, pero la parte técnica, la velocidad, la resistencia, eso sí me chocaba bastante. Así arranqué a practicar atletismo, desde el 2 de febrero de 2009, casi a los 19 años, y nunca he parado…".
-El atletismo te gustaba, pero cuándo te das cuenta que eras bueno y decides dedicarte a esto…
Al principio fue muy difícil. La mayoría decía que no tenía las condiciones para el atletismo, por mi estatura (1.58 m) o por mi biotipo, por la dificultad de la técnica que tenía, pisaba chueco, mis trancos eran muy cortos, mis brazos muy duros. Cómo trabajaba en el campo ya me había acostumbrado a algunas posiciones como para levantar la pala tenía que abrir los brazos y corría con los brazos abiertos, en ese sentido tenía muchas dificultades. 
-No sólo era tu tamaño o tu falta de técnica...
De los atletas escuchaba que en el Car (Centro de Alto Rendimiento) del Cusco botaban a todos los atletas de baja estatura porque estábamos hablando de atletas del Centro de "Alto" Rendimiento, y entendíamos que se referían a la talla. Entonces solo se llevaban a los altos de 1.70 m, 1.75 m, etc. Me sentía mal porque estaba lejos del promedio que pedían, pero nunca me limité, creía en mí, sabía que podía hacerlo. Nadie creía en mí porque era chatito, delgado, se preguntaban "¿Qué va hacer?. Después se realizaron los Juegos Trasandinos cuando tenía 19 años, y voy con todo,  gano mi primera medalla (bronce) en los 10000 metros. Siempre me gustaban esas pruebas de fondo, era lento, pero resistente. Me sorprendí, porque proyecté la carrera para llegar hasta cierto kilómetro y a partir de ahí me dije que no podía parar, no me iba a despegar, siempre con mente positiva. Mi entrenador era Jaime Salvador y representé a Puno. Esa medalla la logre con 8 meses de entrenamiento, hice 33 minutos. En ese momento me di una oportunidad, me dije “alguna vez puedes ser atleta olímpico” o quizá un campeón nacional, ir a un sudamericano o un mundial. También me di cuenta que debía haber comenzado en el atletismo muchos años atrás, quizá a los 14 años…".
-Ese fue el punto de quiebre…
En el 2011 fui a Lima para el Nacional de Cross Country en la Costa Verde y gano otra bronce ya en la categoría mayores. Me sentía más fuerte y decidido. Pasaron dos meses y llega el nacional de mayores y me meto segundo en los 10000 metros. Luego de dos años de 33 baje a 30 minutos que en esos años era un tiempazo, ahora se corre en 27 o 28. Ya en ese entonces ya competía por Arequipa.
Su expresión lo dice todo. Esfuerzo al máximo. Fue en la Lima 42K de 2017. Llegó tercero con marca de ensueño para el atletismo peruano 2h15m, pese a llego lo desembarcaron del mundial.
-¿Cuándo decides emigrar a Arequipa?
En el 2010 me dijeron tú eres muy buen atleta, pero me recomendó un amigo atleta que si quería ser mejor tenía que salir de Puno. No quería irme por mi familia, por mis amigos. Estaba muy acostumbrado a mi entorno y no lo quería dejar, tuve que sacrificarme. Alfredo Quispe era el coordinador del Car en Arequipa y el me invitó. En el 2011 llegué como invitado al Car y todavía mi tiempo no era bueno. Me dieron una oportunidad de tres meses para mejorarlo. Estaba en evaluación y llega el campeonato y me va mal. Me chocó el cambio de entrenador, los entrenamientos y me fue mal… me sacaron.
-¿Retornaste a Puno?
No, me quedé. Mi amigo Mario Bazán me apoyó dos meses, me dio una habitación en su departamento. Luego cuando me acomodé un poco, me alquilé una habitación cerca al Car y estuve ahí cerca de dos años, hasta el 2013 año en el que vuelvo al centro. Iniciando ese año se me viene la lesión más fuerte de toda mi vida. Como competía también 3000 metros con obstáculos, al saltar forcé el aductor, la ingle y la rodilla, eso me lesionó, fue una inflamación del cuello femoral. Demoré más de un año en recuperarme. Estaba con un pie fuera, pero no podían sacarme porque me había lesionado dentro del Car. Estaba decepcionado conmigo mismo. Desde que llegué a Arequipa mi entrenador era Julio Pérez. Estaba lesionado de la pierna, pero de la cintura para arriba estaba bien y no paraba de entrenar, hacía brazos, abdominales…".
-Más de un año de para, eso tampoco te doblegó...
Me recriminaba por no haber estudiado. Pero nunca perdí la fe y continúe . Yo mismo me ponía hielo, era puntual con la fisioterapia y poquito a poco fue desapareciendo el dolor. Además estaba entrando en confianza porque la lesión me había dejado traumado, quizá ya no había lesión, pero yo sentía el dolor. Eso pasa en los deportistas. Psicológicamente una lesión te afecta duro porque en la cabeza está el dolor. Me ayudó pensar en positivo, me decía estoy bien, ya va a pasar, estoy sano, etc.
-¿Cómo logras mantenerte en el Car?
A mediados del 2014 estaba con un pie fuera. Sino hacía una buena competencia me iba. Viajé a un Grand Prix en Uruguay con el apoyo de Lima y de la señora Marita Letts. Mejoro mis 1500 m y 5000 m, eso me levantó el ánimo. Luego llegó el nacional, dos grand prix y saque medallas. "Ya estoy de vuelta", me dije. A finales de ese año compito mi primera media maratón, hice 1h 4m, eso era muy buena marca, quedé segundo y me pagaron, me motivé más. Ese mismo año entro tercero en los 10K de la RPP. A esas alturas siempre subía al podio o estaba dentro de los cinco primeros. En el 2015 empieza la temporada corro otra media maratón y ya me estaba preparando de pocos para una maratón. Ese año debuto en una maratón en Buenos Aires, hago 2 horas 17 minutos. Logro la marca para ir a los Juegos Olímpicos de Río 2016, desde ahí comencé a prepararme exclusivamente para la maratón porque soy de pruebas largas, tengo resistencia.
Con su entrenador cubano Julio Pérez. Ambos tienen un objetivo, meterse en los panamericanos.
-¿Qué te desembarquen de la selección que va a Río 2016 te dolió tanto como la lesión?
Hay muchos obstáculos. El  entorno social, que es la federación, que te haga a un lado, que no te consideren o que una persona te diga no tienes las condiciones, un poco que me menospreciaron…
-Luego te excluyeron del Mundial de Londres 2017
El 2017 fue el mejor año que tuve. Pero la federación sacó sus reglamentos internos, por ejemplo los maratonistas pueden competir al año en tres maratones, pero cada cierto tiempo. Corrí la Candelaría en febrero y la gané con 2h 20m, para mí esa prueba era un entrenamiento porque mis pruebas para clasificar al Mundial de Londres era la maratón de Rotterndam (Holanda, abril) o el sudamericano de maratón (Temuco Chile, marzo), pero la federación no me mandó, me sacaron del equipo solo por competir en la Candelaria que es una carrera comercial no homologada.  A los meses (mayo) corró la maratón Lima 42K, llego tercero y hago 2h 15m, tiempo que por primera vez se hacía en el Perú, logro el cupo para el mundial, pero no me llevaron. Las cosas pasan por algo...
-A esas alturas ya eras figura del atletismo peruano
Tras quedar tercero en la Lima 42K logré ser auspiciado, que era también uno de mis sueños. El gerente de marketing de Adidas me cita para reunirnos. Me propusieron auspicio en vales por implementos deportivos, todo bien hasta que la federación saca un comunicado (fines de mayo) donde dicen que no voy al Mundial de Londres y se trunca todo el apoyo. Todo se fue al tacho. Además se inició una pelea por Facebook y peor, Adidas tenía que cuidar su imagen… Pasaron los meses y me dijeron que me iban apoyar ,pero en el 2018 y lo han cumplido.
-Aunque parezca repetitivo, no sentiste que era mejor dejar el atletismo cuando te desembarcan ahora de un mundial de atletismo
Para nada, al contrario me dieron más ganas de luchar. Mi entrenador hizo todo lo posible, pero no se pudo hacer nada. A él le tienen un poco de resistencia porque es frontal y dice las verdades en la cara. 
-Desde que vuelves al Car de Arequipa tu continuidad nunca estuvo en duda. ¿El apoyo que les dan es el suficiente?
Para todos los deportistas que son jóvenes diría que su apoyo es suficiente. Te explico, te brindan instalaciones para que entrenes (gimnasio, pista atlética, movilidad, etc.), tiene nutricionista, psicólogo, fisioterapeuta, asistente social, coordinador técnico, concesionaria de cocina. Además les limpian los cuartos, les lavan la ropa, cuentan con internet, cable, tienen buenas habitaciones, muebles y aparte tienen beneficios como ingresar a una universidad por extraordinario (deportista destacado). A todos les dan sus pasajes y estadía cuando compiten fuera de Arequipa. Además tienen un sueldo de acuerdo a sus logros, les dan zapatillas y buzos  cada cierto tiempo. Tienen vitaminas. Para mí si cumple su función, lo que  da ayuda, para mí es suficiente.
-¿Cómo es un día normal de entrenamiento?
Trabajo de lunes a sábado y el domingo salgo a divertirme en alguna carrera que haya. A las 5.30 h me levanto, a las 7 h llego al estadio Melgar y trabajo hasta las 10 h de acuerdo a un plan de entrenamiento. Por la tarde se hace trabajo regenerativo, voy al gimnasio o piscina. En horas entreno unas cuatro o cinco horas diarias. A veces trabajo en otros lugares, como en las faldas del Chachani, entonces agarro mi moto y voy. Como lo mío es de largas distancias no puedo correr solo en el estadio.
-Eso de correr a campo traviesa es bueno, pero también un poco peligroso
El susto más grande de mi vida fue en un camino en Puno allá por el 2010. Ya estaba estaba madrugando, pasa un tráiler por mi costado y escucho un sonido como que tiembla la tierra y pasa por mi frente una cosa oscura, redonda, la vi grande, solo sentí el viento… a lo lejos me di cuenta que era una llanta que se había desprendido de ese camión y que por poco me mata. Estaba temblando, se me pasó el sustó y pensaba levantar la llanta para venderla, pero no pude.
El estudio con el deporte de alta competencia. Es contador.
-El año pasado competiste en el ascenso al Misti, no ganaste porque fuiste equipado como montañista… llegaste segundo
Me gustó, fue bonito y  duro. El detalle fue que no corro con buzo, porque para mí es muy incómodo. Como nunca había subido me puse dos buzos, dos chompas, cargue en mi mochila mi panetón, mis chocolates, dos litros de agua, mantas que pesan, como para acampar jajaja. En realidad debería realizar menos tiempo (cronometró 4h 58m) si iba con short y polo, quizá hacía una hora menos. Sí se puede, hasta menos de tres horas se puede hacer. Yo mismo me sorprendí porque lo hice caminando con la mochila, quise dejarla, pero pensé me iban a descalificar.
-Volvamos a la maratón, hace poco estuviste en Buenos Aires quedaste tercero en el sudamericano con 2h 16s, ¿estas satisfecho con ese tiempo?
Esperaba un poco menos, las cosas no salieron como pensé. La ruta era complicada, había más subidas no muy largas, eran subidas artificiales como puentes. Pese a todo creo que es la mejor ruta de Sudamérica. Que los kenianos corran 2h 5m es un tiempazo, en sudamerica nunca se corrió así. Y por primera vez un sudamericano  (Christian Pacheco, Perú) hace 2h 11m, para mí es la mejor ruta.
-¿Esas 2h 16m están dentro de los parámetros para ir a los Juegos Panamericanos Lima 2019?
Esta dentro de lo proyectado. La federación ha evaluado a siete maratonistas en Buenos Aires. Pero uno (Willy Canchanya) fue a Berlín, en total el equipo lo conforman ocho atletas. Nos han dicho que a los cinco primeros nos van apoyar con todo, nos van a llevar a una maratón (Rotterdam, abril 2019) a correr y ahí se va a definir el equipo que va a los Juegos Panamericanos y al Mundial de Doha.
En la cima del Misti. Llegó segundo.
-Pacheco en Buenos Aires hizo 2h 11m, Canchanya en Berlín 2h 12m, tú 2h 16m. Tienes hasta el momento la tercera mejor marca, pero no te asegura un cupo para los panamericanos. ¿Podrás bajar el tiempo en estos meses para asegurar un puesto en la selección?
Estoy peleando ese tercer cupo,  pienso que puedo bajar unos cuatro minutos. Ahora mi estrategia será diferente. En Buenos Aires competí con mucha carga, quiere decir que entrené fuerte en distancias largas, pero esta vez voy hacer algo diferente, entrenaré más intensidad para mejorar la velocidad. Así voy a correr el 20 de enero la maratón de Houston (Estados Unidos). Ya esta todo planificado. Debo correr el kilómetro en 3m 11s y ahora lo hago en 3m 15s.
-No correrás la maratón Candelaria
No, posiblemente la mediamaratón sí, pero todo depende de los tiempos entre competencia y competencia.
-En Rotterdam tienes que hacer marca

Puedo hacerla antes, quizá en Estados Unidos. Sé que tengo  ese tercer cupo, pero nadie me asegura que lo voy a mantener porque todos corren, todos van a pelear. En maratón tenemos a los más fuertes de Latinoamerica. Son cartas aseguradas para medalla. Nos han dicho que tenemos que asegurar el oro, plata y bronce en damas y varones. Yo quiero ir a los panamericanos (julio 2019), antes que al mundial (setiembre 2019), porque más enfoque van a tener los juegos de Lima.
-Para terminar Nelson ¿No extrañas a tu familia?
Sí los extraño (se quiebra) a veces pienso volver… tuve una infancia muy feliz, mis papas nunca me hicieron faltar nada, me dieron lo mejor, estudie, fueron correctos, sí los extraño mucho…. pero a veces uno tiene que sacrificar… siempre voy, pero cada vez que lo hago recuerdo mi infancia y duele, a veces no quiero ir porque siempre salgo llorando. Ellos sienten orgullo porque a veces salgo en televisión, mi mamá a veces llora, me dice “te hubiera apoyado, pero no sabía”… (llora)… cuando me hablan de mi mamá me pongo muy sentimental.

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