Vuelve el hijo pródigo: Hernán Hinostroza

Su mejor legado. Campeón 2015 con Melgar.
Desde felicitaciones hasta recomendaciones para colocarle gps o contratarle guardespaldas dan los hinchas de Melgar al Facebook de Melgar tras enterarse de la repentina contratación de Hernán "El Churrito" Hinostroza.
Y no exageran. El volante, hijo del exaliancista Paulo Hinostroza, tiene un pasado tormentoso con la dominó que se comenzó a escribir desde que pisó suelo arequipeño en julio del 2015 para integrarse al equipo que meses después se coronaría campeón nacional luego de 34 años.
Nadie desconoce sus dotes futbolísticos, técnicos y tácticos; pero - lamentablemente - van a la par a su falta de cuidado personal que ya a su edad (25 años) le comenzarán a pasar factura en su rendimiento físico.
Esta es una nueva oportunidad que le da Melgar para que se reinserte en el mercado nacional. En el 2015, el año del Centenario, lo rescató del anonimato cuando luego de dos temporadas en San Martín fue dejado de lado. Todo el primer semestre de ese año se lo dedicó a organizar campeonatos de fulbito y promover espectáculos artísticos aprovechando sus contactos con la farándula populachera de Lima. Comenzó a llenar páginas de diarios chicha gracias a sus vínculos con personajes de ese mundo de la noche salsera como Yahaira Plasencia, Chris Soifer, Katty García, etc.
En una de sus recurrentes visitas a Arequipa en el 2018, pese a que no jugaba en Melgar.
Pese a ese pasado, incomprensiblemente Juan Reynoso, un hombre pegado tanto a la disciplina, pidió contratarlo para el Clausura del 2015. 
Fue recién en el 2016 cuando el Churrito sacó las garras. Salidas nocturnas, en días de semana, a discotecas de la Av. Dolores, el epicentro de la noche arequipeña, se hicieron vox populi en las tribunas melgarianas. A Reynoso no le quedó otro caminó que enderezarlo a la mala, lo sacó del equipo titular para relegarlo a la reserva solo como llamado de atención. Así lo tuvo casi todo el año. Solo sus buenas condiciones futbolísticas, que ayudaron para disputar otra final nacional, impidieron que lo saquen del plantel.  
Ya para el 2017 el técnico rojinegro no lo tenía en sus planes, pero intercedieron  para que le dé una última oportunidad y la tuvo. Lamentablemente la desaprovechó. Ya para mitad de año, la decisión de desprenderse de él estaba tomada. Se le colocó la etiqueta de transferible y apareció Aurich para solicitar su préstamo.
Nadie lo dudó y Hernán se fue. No la pasó bien ahí tampoco, en diciembre descendería con el Ciclón Norteño.
Ya sin Reynoso en Melgar, en el 2018 pegó la vuelta a Arequipa para cumplir con su contrato. El técnico Enrique Meza no lo tenía en los planes. Sus antecedentes lo calificaban de problemático, además lo conocía muy bien porque lo dirigió en la reserva. Pese a ello algunas voces internas del club abogaron por Churrito para que sea aceptado con condiciones de convivencia bastante claras. Un error y a fuera.
Hizo la pretemporada tranquilo y en el primer día libre luego de finalizada la concentración, falló. Meza les dio libre un sábado para volver a entrenar el domingo 21 de enero, Hernán nunca apareció y sentenció su suerte. 
Muchos dicen que tiene buena estrella y no se equivocan. Mientras todos trataban de explicar como un talento se desperdiciaba por su mala cabeza, su empresario se movió muy bien y lo colocó en el Kazma de Kuwait.
Vio el Mundial 2018 por TV y quizá eso dañó su ego. Muchos de sus excompañeros en Melgar (Loyola y Santamaría) y la selección sub-20 de Perú que fue al Sudamericano de Argentina 2013, estaban en Rusia como Edison Flores, Miguel Araujo, Yordy Reyna,  Wilder Cartagena, Renato Tapia y Andy Polo.
En Kuwait no le fue mal, pero tampoco muy bien. Estar muy alejado de Perú y en una liga poco conocida, le restaban posibilidades de llegar a la selección (uno de sus objetivos para este 2019) y decidió volver a jugar al suelo patrio.
Nuevamente su buena fortuna y el ángel que tiene en Melgar, el gerente deportivo Gustavo Vivanco, confabularon para que se dé su retorno. En primer lugar el dominó aún no tenía al reemplazo de Christofer Gonzáles, ese puesto estaba vacío, era necesario llenarlo con alguien de similares características y que tenga pasaporte peruano porque los cupos de extranjeros estaban llenos. El único jugador nacional libre que está al alcance del bolsillo rojinegro y que cumpla con los requisitos era él.
Conversaciones se fueron dando y se esperaba presentarlo en la Tarde del Dominó, pero aún quedaban detalles por pulir. Es por eso que se esperó  unas horas más para oficializarlo como el jugador 33 del plantel 2019.
Esta es la tercera vez que  vuelve a Melgar, un caso poco común salvo casos como Ysrael Zúñiga y el mismo Bernardo Cuesta que tienen varios retornos al dominó. Ya con 25 años acuestas está en él demostrar si sigue pensando y comportándose como el Churrito o ha madurado lo suficiente para ser simplemente Hernán Hinostroza.




Comentarios