A Melgar solo le queda pensar en la Sudamericana

La real dimensión de la derrota 0-2 de hoy en Argentina ante San Lorenzo recién se conocerá mañana, miércoles, cuando Melgar conozca el resultado del partido en Brasil entre Palmeiras y Junior de Colombia, los otros dos equipos del Grupo F.
Un triunfo de los brasileños - que sería lo más lógico frente al colero de la serie - definiría a los dos virtuales clasificados a octavos de final, a dos fechas para terminar la fase de grupos y dejaría abierta la lucha, entre Melgar y Junior, por aquel nada despreciable tercer puesto que da un cupo a la segunda fase de la Copa Sudamericana.
Ya a estas alturas, luego de lo que se ha visto en el Nuevo Gasómetro, está claro que Melgar está realizando una de sus mejores Copa Libertadores, solo imitable y superable por la de 1982. El resultado ante San Lorenzo lo definió detalles y una constante en la mayoría de equipos peruanos: falta de jerarquía ofensiva.
Se hizo casi todo bien hasta tres cuartos de cancha, pero nuevamente faltó claridad y tranquilidad en ese último pase, y esa capacidad individual para tan solo empujar el balón. Ya no es cuestión de trabajo colectivo sino de categoría individual, esa que tanto se necesita en estos partidos.
Ese virtud sí la tienen los de Boedo. Aprovecharon esos detalles que en el fútbol nuestro son cuestión de cada fin de semana y se pasan por alto o son imperceptibles, pero a este nivel de Libertadores se pagan muy caro y marcan diferencias.
Son errores se reflejan en el marcador. El primero llegó cuando se jugaba el segundo minuto del primer tiempo de descuento. Un tiro libre indirecto que pedía la mayor concentración posible para ir al descanso con un empate valioso, sentenció el desarrollo del partido.
Pelotazo al área de Damián Pérez y el ecuatoriano Narváez pierde inexplicablemente la marca de su hombre: Gonzalo Rodríguez, que le gana el vivo para colocar de cabeza el 1-0 a los 47´.
Para el complemento Pautasso no realizó ningún cambio. Su equipo jugaba bien en la medida de sus posibilidades. Rotación con la pelota en los píes y presión alta para recuperarla. Sánchez encontró en Arias a su mejor aliado para hacer fútbol, y Romero se las ingeniaba para recuperar la pelota. Pero en sí todos cumplieron el papel que se les asigno.
Cuando San Lorenzo se quedó con un hombre menos por la expulsión de Juan Salazar a los 54´, el rostro del técnico rojinegro cambió. De inmediato practicó dos variantes para que el equipo sea más ofensivo, metió a Gómez y Arakaki en reemplazo de sus dos extremos Neyra y Vidales. Con jugadores más frescos era viable pensar en el empate ante un rival que sufría mucho cuando se le  trianguló.
Todo pintaba para mejor, pero Narváez malogró todo. El ecuatoriano se volvió a descontrolar y recibió una roja (60´) por agresión en un tiro de esquina, trató de abrirse campo entre dos rivales usando sus puños. 
Cambiaron todos los planes, pero el partido se hizo más abierto. Con ambos equipos con 10 hombres hubieron más espacios para aprovechar. Si San Lorenzo se mostró agresivo, Melgar también hizo lo suyo. La más clara fue una imperdonable. Sánchez y Gómez triangulan, este último entra al área grande, saca un centro rasante al segundo poste, Cuesta y Arakaki que seguían la jugada se tiran a destiempo y desperdician lo que hubiera sido el 1-1.
Esa jugada dejaba en claro que el camino era ese y Melgar siguió apostando por lo mismo a sabiendas que se ponía al descubierto defensivamente. Era un riesgo que se pagó caro. Un contragolpe termina en el 2-0 cuando se jugaba el minuto 88. Tres jugadores argentinos contra dos defensas arequipeños terminaron con un golazo de Nahuel Barrios.
El golpe fue duro, Melgar no reaccionó y tampoco había tiempo para hacerlo.
Si Palmeiras gana mañana ya pensar en octavos de final sería insulso y habría que enfocarse en asegurar ese tercer cupo. El campeón brasileño será el próximo rival rojinegro. El partido se jugará en Arequipa el  25 de abril, de ganarlo el pase a la Sudamericana será suyo.

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