El 28 de julio de 1918, hace 101 años, el canchón de Santa Marta albergó el primer partido de fútbol internacional que se disputó en Arequipa. Frente a frente estaban el Círculo Deportivo de Arequipa, integrado por exjugadores de dos de los primeros equipos mistianos (Modern Sport Clubs y Atlético Club), y uno de los cuadros más antiguos de Bolivia, el desaparecido Nimbles Sport Association fundado un 17 de mayo de 1909.
El 27 de julio, llegaron los paceños al ferrocarril mistiano. El diario El Pueblo publicaría: “La visita del equipo boliviano que ha venido a jugar el juego internacional ha sido grandiosa. En la estación de trenes había una enorme cantidad de gente esperando la llegada de los visitantes. El Circulo Deportivo organizó un soberbio desfile y paseo en auto por toda la población”.
El acontecimiento no solo fue importante en Arequipa, sino también en Bolivia. Si para los mistianos este era la primera visita de un club extranjero, para los altiplánicos era la primera vez que uno de sus exponentes jugaba fuera de sus límites. Es entendible que el interés por el compromiso sea binacional. Existen crónicas de El Diario de La Paz del seguimiento al viaje de su representativo.
El 28 de julio el medio boliviano publicaba: “Anoche los jóvenes han sido obsequiados por un suntuoso banquete que ofreció el Círculo Deportivo. Agradeció la manifestación el señor Waldo Alborta a nombre de sus compañeros y de los directivos que llevó la delegación boliviana. El discurso fue frenéticamente aplaudido”.
Las crónicas de El Deber y El Pueblo coinciden en diversos puntos, respecto al partido. El 1 de agosto, por ejemplo, El Deber publica el resultado de ese encuentro donde elogia el desempeño del cuadro visitante y critica duramente al equipo local.
Miles de arequipeños se apersonaron al canchón de Santa Marta cerca del mediodía para escoger la mejor ubicación. Los varones en estricto frac con sombrero, y las mujeres en traje. Cuando los equipos ingresaron al campo de juego (a las 2:55 p.m.) fueron recibidos por el aplauso unísono de los asistentes y el sonido estruendoso producto de la disparo de balas de salva de fusiles de miembros del Ejército.
Los bolivianos ocuparon en el primer tiempo el arco de occidente y los mistianos el de oriente. Antes de irse al entretiempo los paceños ya ganaban 1-0. Comenzaron a escucharse las primeras pifias de un público que históricamente ha sido muy temperamental.
Hay información valiosa que habla de que en la primera etapa del fútbol mistiano (1900 hasta 1930) era normal que los partidos no se terminaran debido a que los hinchas interrumpían en los partidos y armaban peleas de grandes dimensiones.
En el descanso la banda del regimiento de Arequipa tocó algunas piezas musicales. Nada hacía predecir lo que pasaría después. Ya los hinchas estaban molestos. Los periodistas escribirían después: “El Círculo es un equipo sin disciplina y que estaba perdido en el campo de juego”.
Los bolivianos anotaron 3 goles más. “Nada habría que criticar si después de ardorosa e inteligente lucha y puesto en salvo el honor, hubiera triunfado el Nimbles por pequeña diferencia, pero dejarse vencer sin resistencia es triste y desdoroso”.
La gente aplaudió a Nimbles por la exhibición de fútbol que dio, todo lo contrario pasó con el Circulo, al que algunos historiadores como Salomón Medina Zevallos en su libro Del Calchón de Santa Marta a la Copa Perú, calificó de un equipo de “pitucos”. Las rechiflas fueron totales e históricamente puede decirse que son las primeras que recibió un equipo de Arequipa jugando de local.
“Por la noche de ese 28 de julio los deportistas bolivianos recibieron como homenaje un banquete. El artista y jugador Waldo Alborta del cuadro paceño tocó el piano su producción original, La Balada del Agua. Pieza clásica que cautivó al culto auditorio, pidió frenéticamente su repetición lo cual fue aceptado por el jugador. Después de ese hermoso gesto, que dejó fascinados a los arequipeños asistentes, pasaron a los artísticos salones del Circulo Deportivo. En el mismo lugar compartieron una cena y poco después siguió el baile hasta avanzadas horas de la noche. Todo en medio del más loco entusiasmo”, publica el diario La Verdad de La Paz el 6 de agosto de 1918.
Los paceños se llevaron un trofeo y 11 medallas, los arequipeños se quedaron con una herida en su orgullo que a la postre significó una reorganización del fútbol local. Solo dos meses después se crea la Liga Sportiva de Arequipa, que actualmente se llama Liga Provincial de Fútbol de Arequipa.
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