La deuda de Huracán que no le permitiría jugar la Copa Perú 2020

Pablo Carpio, actual vicepresidente de Huracán.
En el 2013 Sportivo Huracán tuvo una fugaz participación en el torneo de la Segunda División Profesional, ahora llamada Liga 2. Terminó noveno en la tabla de posiciones y con  una deuda de 138 mil soles y 9 mil dólares a jugadores.
Con Pablo Carpio como presidente y el único dirigente que se hizo cargo del club cuando se decidió incursionar en este torneo, para el 2014 se pensó seguir en la segunda, pero en Asamblea de Socios del 21 de febrero por 38 votos en contra y 0 a favor se acuerda volver a la Copa Perú.
La medida no sorprendió. Carpio, quien había amagado renunciar en cargo en setiembre de 2013 por falta de apoyo, intentó buscar una inyección económico para seguir jugando en el torneo profesional, pero los socios le dieron la espalda y nombraron una Comisión Transitoria encabezada por Manuel Gamarra quien fue el encargado de enviar la carta a la Segunda División donde el club renunciaba a participar en el torneo.
En ese transcurso algunos jugadores presentaron a la Agremiación de Futbolistas Profesionales del Perú (Safap) sus contratos para reclamar el pago de sus sueldos atrasados, mientras que Carpio buscaba conciliar no solo con ellos sino también con el técnico Julio Zamora.
Fue la Federación Peruana de Fútbol y luego la misma Safap los que autorizaron que en el 2014 Huracán juegue la etapa Regional de la Copa Perú. 
La Agremiación llegó a un acuerdo con el club para fraccionar la deuda de algunos jugadores que no habían aceptado conciliar y que posteriormente lo hicieron.
"A nosotros nos sorprende que Huracán ahora aparezca con una deuda, si existe esa debe ser mínima porque nosotros con todos los jugadores llegamos a un acuerdo económico, se concilió, ahora tendremos que buscar esos papeles y presentarlos a la Federación", ha señalado Carpio, actualmente vicepresidente, al enterarse de que el club corre peligro de no jugar la Copa Perú de 2020 sino paga sus deudas.
Lo primero que hará la actual directiva es solicitar a la FPF los conceptos y montos de la deuda, para contrastarlos con la documentación que se tiene de las conciliaciones con los jugadores.

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