Ya el Ministro de Salud, Vìctor Zamora, lo había adelantado. Por lo menos este 2020 estarán prohibidas todas las concentraciones públicas de personas dejando en claro que los efectos del coronavirus en Perú y todo el mundo, se dejarán sentir aún en el 2021, año del Bicentenario.
Cuando se emitió el Estado de Emergencia Sanitaria a nivel nacional, el pasado 11 de marzo, fue una primera alarma. En esa norma se establecía la prohibición de cualquier espectáculo público artístico, cultural o deportivo por 90 días; es decir, hasta el 11 de junio.
Pero como ha seguido avanzando la pandemia que cada día sigue experimentando nuevas características de contagio, la medida por lo menos se mantendrá hasta fin de año.
El panorama es frío y no reviste interpretaciones. No habrá competencias deportivas durante todo el año así sean profesionales o amateur.
Ante esta situación los clubes del fútbol y de vóley profesional están evaluando seriamente qué hacer para salvaguardar sus intereses no solo deportivos sino también económicos.
Como todos los demás sectores el deporte es golpeado por el Covid-19 y como en otras empresas, los clubes, están estudiando salidas como por ejemplo reducir sueldos o, en el caso más extremo, cesar trabajadores como lo están haciendo otras cientos de instituciones públicas o privadas a nivel nacional bajo la modalidad de la suspensión perfecta de labores,
La Liga 1 pensaba reiniciar el torneo en junio, pero ante esta realidad sanitaria es imposible hacerlo. Entonces se plantea jugarlo sin público, pero aún así se corre un gran riesgo de contagio.
El temor no es que los deportistas se contagien tomando en cuenta que son organismos sanos y en su gran mayoría podrá recuperarse siguiendo un tratamiento paliativo como está pasando a nivel mundial, sino que el virus se transmita a su entorno cercano y este lo propague hasta llegar a los denominados pacientes vulnerables.
Lo que aún no se entiende es que así la curva de contagiados y de muertes baje, el peligro del que virus se reproduzca es inminente hasta que se descubra la vacuna o un antibiótico eficaz, es decir – según los científicos – el primer semestre de 2021.
Se intenta imitar el ejemplo alemán donde los clubes han comenzado a entrenar y piensan reanudar la Bundesliga a puertas cerradas, pero esa es otra realidad.
Para ello su federación y los clubes más importantes crearon un fondo solidario para apoyar a los clubes que menos capacidad económica tienen, y en algunos casos hasta los jugadores renunciaron a sus sueldos para apoyar económicamente a sus instituciones. ¿En el Perú habrá capacidad de tanto desprendimiento?
Pero pese al tema netamente económico y deportivo, el más importante es el sanitario. La Bundesliga tomará pruebas moleculares a todos los jugadores antes del reinicio del torneo, para descartar contagiados. Eso es posible solo en países como Alemania.
En nuestro caso, no se cuenta con este tipo de exámenes para atender a pacientes con síntomas y sería ilógico priorizar a futbolistas. Y ojo este panorama no va a cambiar porque existe una escasez mundial de estas pruebas moleculares que son las únicas que determinan si una persona está contagiada.
Las pruebas rápidas que es la que se están aplicando masivamente solo detecta los anticuerpos que se genera cuando uno ha tenido o tiene el virus, y no son del todo confiables porque no detectan la enfermedad en los primeros días de contagio.
Los clubes serán, como cualquier empresa, los más perjudicados. Sin ingresos por taquilla, muchos de sus auspiciadores y hasta la misma dueña de los derechos de transmisión, están planteando la renegociación de contratos porque nadie va a querer perder dinero más aún en una recesión económica que recién se está comenzando a sentir.
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