Arriola: "Quizá en algún momento pueda volver a Melgar"



La última vez que estuvo en Arequipa, recuerda, fue en el 2006. Vino con José Gálvez de Chimbote, club que lo acogió luego de su corto paso por Deportivo Quito de Ecuador. “De la ciudad, de su gente, tengo los mejores recuerdos. Quizá se pudo retornar luego, pero no se dio aunque quizá en algún momento pueda volver a Melgar”, anhela el uruguayo Martín Arriola Sobrino, ahora de 46 años de edad.
El recio zaguero uruguayo de pelo rubio, fornido y una cicatriz en el brazo izquierdo producto de un accidente automovilístico en 1999 que lo dejó 7 meses sin jugar (fractura expuesta del hueso húmero), llegó a Melgar en el 2003 cuando tenía 29 años. Jugó 3 temporadas y vivió, como capitán, uno de los momentos más críticos del club, el de la transición de la directiva de Alejandro Corrales, tras 12 años al frente de la presidencia, y su sustituto, Robert Gutiérrez.
“Fueron meses complicados porque se notaba que existía una disputa entre los dirigentes, nosotros (jugadores) estábamos en el medio”, recuerda.
-Desde hace mucho tiempo estás radicando por Centro América
“Ahora estoy en Costa Rica, como gerente deportivo del club Jicaral (el último miércoles empató de visitante con el Saprissa). El año pasado entrené al Cartaginés que es uno de los equipos grandes de este país”.
-Son el primer país de América que reinició su torneo de fútbol
“Sí. En marzo comenzamos a entrenar, primero individualmente, luego por grupos y después colectivamente. La segunda semana de mayo comenzamos a jugar, ya hemos disputado más de 5 fechas, porque nos están programando domingos y miércoles”.
-¿Qué es más complicado jugar o dirigir?
“Sin duda dirigir. Cuando eres futbolista, aunque el juego es colectivo, se depende de uno mismo. El rendimiento depende de cada uno, de su forma de entrenar, de comer, de descansar, es una responsabilidad individual, aunque el juego sea colectivo. Pero cuando eres entrenador es diferente, porque eres responsable de lo que hagan 25 jugadores. En estos tiempos todo ha cambiado, antes quizá había solo que preocuparse en la parte técnica, física y táctica, pero ahora hay otras cosas importantes como la psicología, hay que saber manejar grupos…”
-El jugador de fútbol ha cambiado
“Hay mucha exposición del jugador y eso es producto de la globalización. Pienso que en nuestros tiempos nosotros éramos más dóciles para trabajar porque no había tanta información que esté a tu mano. Ahora es diferente”.
-En el 2003 llegaste a Melgar procedente de Liverpool de Uruguay
“Me encantó jugar en Melgar y conocer Arequipa, hoy con el paso de los años lo veo de lejos, porque estoy pendiente con lo que pasa con el club, y la ciudad me gusta más. Me marcó para bien”.
-Jugaste hasta el 2005 y luego emigraste a Ecuador, pero retornaste a Perú al Gálvez, nunca pensaste en volver a Arequipa
“Sí. A veces pienso, ahora más maduro, que quizá si se habrían manejado las cosas de otra manera… Pero tras Melgar me voy al Deportivo Quito donde me fue bien personalmente, pero al equipo no mucho. Entonces hablo con mi representante para volver a Melgar, pero no se dio y voy al Gálvez. La última vez que estuve en Arequipa fue el 2006. Luego en el 2010 se abrió la posibilidad de volver cuando el técnico era Carlos Manta, pero me cerraron las puertas”.

-Llegas cuando el presidente era Alejandro Corrales
“Sí llegué en el 2003, cuando estaba él. Siempre me trató bien, nunca tuve quejas. Es más cuando en el 2004 me llegaron propuestas para ir a la U o Cristal, decidí quedarme por el trato que me dieron. Luego llegó la transición a la nueva directiva. Entró Robert Gutiérrez que había llegado con Corrales y luego no sé qué pasó que se distanciaron. Para el 2005 la situación era complicada, nosotros estábamos en el medio, no sabíamos que hacer. Es por eso que decidí ir al Deportivo Quito”.
-Saliste del club con algunos problemas
“Se habló mucho y aprovechó para aclararlo. En mi contrato había una cláusula de salida, que decía que debería devolver un porcentaje de la prima de acuerdo al tiempo que falte para culminar la temporada. Y así lo hice, yo me fui en julio de 2005 y devolví al club algo así como 3 mil dólares, ese dinero se lo di a Tapia (Alejandro, exadministrador) y me dio un recibo. Hasta ahí yo cumplí. Pese a ello comenzaron a hablar tantas cosas…”
-Y qué paso en el 2010
“Se abrió la posibilidad de volver a Melgar, pero sé que Gutiérrez fue el que habló para que no retorne, conspiró contra mí imagen. Al final no pude retornar”.
-¿Por qué crees que lo hizo?
“Honestamente no tengo idea, nunca lo tuve claro. Nunca lo entendí”.
-Anotaste algunos goles (5) en Melgar
“Sí, recuerdo uno ante Cienciano cuando ganamos 2-0 en el estadio Melgar, fue un lindo gol porque le empalmé de primera luego de un rebote y otro al Atlético Universidad en la Unsa”.
-Y hablas con Gabriel García (goleador del torneo peruano con Melgar en el 2004 con 35 goles)
“Sí. Sabes, luego de que llegó en el 2003, recuerdas que no le fue bien (anotó 4 goles), no le habían llamado para renovar en el 2004, incluso ese campeonato no lo terminamos por la huelga de jugadores. Bueno cuando comenzamos la pretemporada no estaba él y lo llama el profesor Arroé (Miguel Angel). Retornó con condiciones económicas diferentes a las que tuvo en el 2003. Ese 2004 fue impresionante lo que hizo, sino llegamos más alto en la tabla ya era por otras cosas, pero Gabriel se cansó de hacer goles”.
-Él tampoco volvió a Melgar
“Cosas extrañas. Él deja Melgar, se va al LDU, luego llegó al Deportivo Quito, estuvo por Cristal y Vallejo, pero extraño que no lo llamen para retornar a Melgar. Hace años que no hablo con él, sé que quiere mucho a Arequipa y, además, tiene un hijo que nació allá”.
-¿Cómo recibiste la muerte del profesor Samuel Zevallos?
“Me golpeo mucho, tantos años que estuvo en Melgar. Es el único que estuvo siempre con nosotros todos los días. Una gran persona”.
-Había una frase con la que le bromeabas: hombre es el que ha probado y no le ha gustado…
“(Risas)… me haces recordar. Ustedes conocían a Samuel, era un hombre serio cuando estaba la prensa o personas extrañas, pero cuando estaba con nosotros a solas, era diferente, muy bromista y bueno yo le decía eso, se mataba de la risa”.
-De esos años a qué compañeros recuerdas
“A muchos, Dulanto, Ubillús, Riofrío, Begazo, Gárate, el Pato Salas, el Chino Pereda, un gran jugador…”
-Jugaste con el Pato…
“Sí, estamos en contacto con él. Un gran jugador, sabes siempre me pregunté porque acabó su carrera futbolística tan pronto. Un crack, muy talentoso, pero muy rápido dejó el fútbol”.
-El profesor Jurado le decía la “caperucita roja” porque paraba en la casa de su abuela…
“Jajaja… sí, ese Pato, creo que no dio todo lo que tenía que dar, era un gran jugador. Con el profesor Jurado también estamos en contacto. Un tipazo, un técnico de esos, de la vieja escuela uruguaya”.
-En una entrevista a Paúl Rodríguez, recuerda la vez que Mosquera descubrió que habían ido a una fiesta
“Esa te la cuento. Estábamos concentrados en el hotel Mamatila para jugar con Atlético Universidad. Era sábado, a las 7 de la mañana entra el profesor Mosquera a mi cuarto con un periódico donde decía Clásico de Tragos. Me muestra la publicación, y como es lógico estaba enojado. Me dijo: capitán mire esto. Bueno, pasó algo curioso en el estadio. Cuando entramos a la cancha comenzaron a silbar e insultar a los dos equipos, es algo que nunca vi. Bueno quedamos 0-0”.
-Ese tipo de comportamientos…
“Lo que pasa es que uno como futbolista tiene que encontrar el momento para distraerse, para salir. Es normal que se haga, pero siempre cuidándose y evitando la exposición. En esa época nosotros salíamos a la calle San Francisco a comer, quizá un vino, pero algo tranquilo. Jugué 20 años al fútbol, hasta los 38 años de edad”.


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