Melgar no sabe ganar

Aubert la lucha en el suelo. El arequipeño fue de lo mejor, pero de poco valió en un empate que duele más que la derrota.


Melgar no pudo sostener un 2-0 a favor. En menos de 10 minutos se dejó sacar del bolsillo tres puntos que hubieran calmado una interna que cada fecha se vuelve insostenible por los malos resultados que está consiguiendo en Lima: 4 partidos, 2 empates y 2 puntos de 12 posibles.

Ese último tramo del partido, esos minutos fatales, se dejó empatar por un rival que no tenía ningún argumento ni futbolístico ni anímico. Porque Alianza nunca fue el rival que se esperaba. Es más de los cuatro que se ha tenido hasta el momento ha sido el de menor nivel, el que menos complico a un Melgar que tampoco es un ramillete de virtudes.

El ingreso de Aubert, quizá uno de los pocos aciertos que ha tenido Bustos en este reinicio del Apertura, le dio estabilidad al mediocampo. No se necesitó mucho para adueñarse del balón. Encontró algunos espacios y se comenzó a jugar con esa libertad que ante Stein o Boys no se tuvo.

Porque Alianza pese a sus limitaciones es un equipo que te sale a jugar de igual a igual, y eso a Melgar le gusta.

El gol de Pretell 22' y luego el de Arce 51' , hicieron justicia en el marcador. Melgar era más que Alianza. Tuvo para el tercero en los píes de Amoroso, pero el disparo salió alto.

Nada, en la cancha, hacía predecir alguna reacción victoriana. Hasta que Bustos movió su banca. Entra Vidales por Arce, Ávila por Amoroso; y la modificación que descuadró a todos fue el cambio de Sánchez y metió a Tejeda. Es la segunda vez consecutivamente que lo hace y los resultados son los mismos. 

A los 86' llega el descuento de Rubio, quien aprovechó un balón dejado suelto en el área por Cáceda. Pese a esa reacción casi casual de Alianza nadie pensaba en un empate. Es más, el árbitró expulsó a Quijada en el tiempo de descuento.

Con ventaja en el marcador y con un rival diezmado, Melgar bien pudo controlar el balón, hacer lo que mejor sabe, aburrir el tránsito de la pelota con pases horizontales intrascendentales, pero no lo hizo. 

Se dejó maniatar por un rival, y eso hay que recalcarlo, que futbolísticamente no ofrece nada, pero hasta el más malo te puede hacer daño. Y eso pasó. Minuto 93', Alianza metido en el área de un Melgar que por instinto de inferioridad se acurrucó en su terreno a la espera del pitazo final. Cornejo saca un remate de fuera del área, Cáceda logra a tocarla pero sin convicción y se marca el 2-2.

Las caras largas de Melgar en el pitazo final no sorprenden  a nadie. El equipo mejoró, tuvo todo para ganar y se dejó estar; eso es lo que más molesta. 


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