Sandboard en La Joya

 


Las dunas de La Joya, esas que forman parte del inclemente desierto y que alguna vez fueron exploradas por los coches del Dakar, ofrecen una alternativa nueva, el sandboard.

El descenso de dunas no es un deporte ajeno a Arequipa. En Camaná y Caravelí esporádicamente se práctica por curiosos y amantes de la adrenalina, pero ahora no hace falta viajar tantas horas para experimentar velocidad y vértigo sobre una tabla.

A una hora, dependiendo del tráfico en la Panamericana Sur, se encuentra un paraje en el límite del área de chacras y el inicio del arenal. Es un grupo de dunas que el guía de turismo Joel Quicaña descubrió como una nueva alternativa para practicar una de las variantes del deporte de aventura.

Sol, arena, calor y viento combinan a la perfección para hacer del sandboard la opción idónea para escapar de ese estrés de la ciudad.

¿Qué se necesita? Simplemente ganas. Aunque el acceso no es fácil, tiene que hacerse en una camioneta 4x4, el servicio que brinda Joel Quicaña con su empresa Waikyadventours es completo y seguro.


El sandboard no es riesgoso, pero es necesario tomar algunas precauciones. Por ejemplo, utilizar tablas hechas para su práctica y estar orientados por un guía.

El mejor horario para lanzarse a la arena es en la tarde, cuando comienza a flaquear el ímpetu del sol. Una primera lección se brinda en una duna no muy pronunciada y sirve para agarrar confianza. Eso sí, los revolcones son normales.

Luego se pasa a una pendiente más pronunciada con un descenso más interesante. Los que desean pueden hacerlo parados o echados sobre la tabla.

Desde hace más de un mes niños, jóvenes y adultos han experimentado este deporte que se ve complementado con un plus: la naturaleza.

Mientras el sol se oculta por el este, por el oeste se pueden apreciar las chacras que están al pie de las dunas y en un día claro los volcanes Ampato, Sabancaya, Chachani, Misti y Pichupichu.

Los descensos ganan mayor adrenalina si se realizan en la noche solo acompañados con la luz de una linterna o del celular. Y ya el escenario es otro, la luna y las estrellas iluminan el desierto.

Arequipa brinda un sinfín de opciones de practicar deporte de aventura y está es una más que puede hacerse siempre respetando la naturaleza y los protocolos sanitarios.

Pero ojo que La Joya no solo es sandboard, también es un campo virgen para la velocidad. Fueron los coches del Dakar los que descubrieron que este terreno era propicio por sus empinadas dunas y sectores con el conocido fesh fesh (polvo de ceniza) que pone en aprietos a los conductores más experimentados.

 

Waikyadventours no solo ofrece servicios diarios a este paraje sino todos los implementos para practicar el sandboard con seguridad. Para mayores informes los pueden ubicar en su página de Facebook o al celular 973693084.



Terminó la espera

La pandemia en marzo dejó colgados a todos los amantes del deporte de aventura. Pero la espera para volver al contacto con la naturaleza extrema ya terminó.

El 15 de octubre el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) emitió la Resolución Ministerial 211-2020 que aprueba los protocolos sanitarios para la práctica del turismo de aventura en sus modalidades de canotaje, caminata y alta montaña.

La norma actualizó la R.M. 171-2020 del 20 de agosto, e incluyó a la alta montaña como deporte que puede iniciar sus actividades.

Se brindan pautas sanitarias para evitar contagios de coronavirus. Por ejemplo, mantener la distancia social, usar mascarilla, etc.

Además, se brinda un nuevo concepto para la prestación de servicios que deberá ser aplicado por las agencias de turismo: burbujas sociales.

Se plantea que los servicios se brinden a grupos exclusivos. Por ejemplo, a miembros de una sola familia hasta el máximo de 8 integrantes, parientes o convivientes; y personas que permanezcan juntas más de 7 días.

La idea es buena, pero su aplicación no es realista tomando en cuenta que los que realizan este tipo de actividades como la alta montaña, especialmente en estos momentos donde solo se está promoviendo el turismo interno, son grupos de amigos aventureros.

La norma por su difícil cumplimiento obligaría a la informalidad y eso es peligroso.

Desde antes que se levante el Estado de Emergencia muchos montañistas han estado subiendo al Misti, Chachani, Coropuna, Ampato o Pichupichu, sin guías de montaña, arriesgando su vida.

Lo mismo ha pasado en el cañón de Cotahuasi o en el valle del Colca donde se han lanzado a realizar caminatas sin guías. Pese a que no han pasado accidentes o al menos no se conocen, siempre la actividad al aire libre obliga su supervisión profesional.

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