FOTOS: Blog Stefan Fritsche
En el 2018, el alemán Stefan Fritsche puso al Coropuna en
la mira del mundo de la montaña. El cineasta y, además, guía de esquí y
montaña, presentó el documental 6425 2 Zero que narra el descenso en esquí
desde la cumbre del glaciar tropical más grande del mundo hasta su base y a
partir de ahí, en bicicleta, llegar a la costa de Camaná. La travesía duró más
de 12 horas.
Fritsche junto a Aldo Guerrero, huaracino radicado en
Alemanía; Renzzo Dario León Zubia y Aritza Monasterio, tomaron parte de un
proyecto que demostró que era posible amanecer en la cumbre del volcán más alto
del Perú y en unas horas ser acariciado por la brisa del mar.
El documental que fue presentado en el Festival
Internacional de Cine de Montaña, Inkafest 2018, tuvo buena acogida dentro de
la comunidad de esquiadores de Europa y especialmente de Alemania.
Esquiar a más de 6400 metros sobre el nivel del mar no es
algo común en un continente donde el ruso Eibrús (5642 msnm) es el lugar más
alto donde se puede practicar este deporte.
“Quedaron sorprendidos con el Coropuna porque es un
nevado que te permite practicar el esquí con cierta seguridad. No hay muchas
pendientes y es de fácil acceso”, explica el director del Inkafest, Iván
Canturín.
Para el turista común no es una buena opción; pero sí para
el al aventurero, el de los retos físicos y mentales. Para ascender al Coropuna
(6425 msnm) se necesita en primer lugar una muy buena condición física más aún
si se debe llevar en la espalda el equipo de esquí (unos 11 kilos de peso).
El 2018 y 2019 llegaron algunos alemanes y deportistas de
otros países para deslizarse por la nieve del Coropuna. La experiencia les gustó,
pero el coronavirus en el 2020 “cerró” la pista.
Pensar en el Coropuna como estación de esquí es irreal
porque es imposible que el Estado o la empresa privada invierta en una
actividad deportiva no convencional. Es decir, no está dentro de los planes del
turismo convencional.
Pero existe otro tipo de mercado, el del turista que
busca nuevas emociones y experiencias, y para ellos este nevado cuenta con una
característica que ninguna otra pista del mundo tiene, la altura.
Antes en Sudamérica, el boliviano Chacaltaya con sus 5300
msnm, era considerado como la pista de esquí más alta del mundo, pero el cambio
climático lo deshielo por completo.
En Argentina (Las Leñas o Cerro Catedral) y Chile (Valle
Nevado, Portillo o Chillán) existen pistas de esquí que son visitadas en época
de invierno por cientos de deportistas de todo el mundo debido a una buena
promoción y a todas las comodidades que brindan al turista.
El Coropuna no entra en ese rango del turismo, su atractivo va por otro lado.
ESQUÍ EN AREQUIPA
En el Perú se práctica el esquí especialmente en la
Cordillera Blanca, pero no masivamente. Arequipa no es la excepción. Grupos que
buscan deslizarse en la nieve lo hacen en el Chachani, Chucura, Mismi,
Coropuna, Hualca Hualca, etc. donde en esta época de nevadas se forman hermosas
pistas de esquí artificiales.
“Se practica esquí pero de forma particular. No existen
salidas comerciales a la montaña para esquiar porque no es una actividad
conocida y no hay demanda. Tampoco hay logística (material) para practicarlo en
grandes grupos”, señala Julver Eguiluz, presidente de la Asociación de Guías de
Montaña del Perú filial Arequipa.
La mejor época – continúa – para esquiar en las montañas
arequipeñas es en los meses de marzo y abril donde se forma un buen colchón de
nieve.
Para el montañista, esquiar en Arequipa y en otras partes
del Perú es un reto mayor. “En otros países existen estaciones de esquí, donde
va el turista o deportista, es trasladado en hasta cierta altura en teleférico
y luego se lanza por la nieve. Cuentan con hoteles resort, es decir todas las
comodidades. Acá es diferente, uno tiene que trasladar todo su equipo en la
espalda por unas cuatro o cinco horas de ascenso, y luego descender todo lo que
subió en menos de diez minutos. Es todo un reto”.
Esquiar, así como la escalada, senderismo, etc., es otra
de las actividades que Arequipa presenta al mundo de la aventura y que espera
ser descubierta por los propios arequipeños.
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