Han pasado cerca de 40 años, exactamente 38, para que el complejo deportivo de Cerro Juli o, también conocido como el Club del Pueblo de Cerro Juli, se una a la red de desagüe de Sedapar y deje de ser un agente contaminante.
La obra ya está terminada y solo falta definir la fecha de su inauguración.
Cuando, en 1987, se comenzó a construir el complejo cuya obra principal era el velódromo, se presentó un problema. Su sistema de desagüe no estaba unida a la red de desagüe de Sedapar ubicada en la avenida Francisco Mostajo.
En un principio, la solución fue instalar pozos sépticos y luego biodigestores que recolectaban las aguas negras del complejo. Mensualmente, se debía contratar el servicio de hidrojets para retirar los residuos acumulados.
Con el tiempo, el pozo séptico y luego los biodigestores presentaron filtraciones que desembocaban en las chacras del fundo Añaspata, motivo por el cual el Instituto Peruano del Deporte fue denunciado por contaminación ambiental.
Pasaron los años, décadas y ninguna gestión encontró solución debido a la falta de presupuesto, respuesta que siempre daba el IPD central. Pero este año se encontró una solución.


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