El mejor tenista arequipeño del momento, Juan Pedro Torres Zea (1158 ATP), está a un paso, mejor dicho esta jugando su propio macht point. “Sigo entrenando pero en verdad no sé si seguiré compitiendo”, reconoce con cierta frustración. ¿El motivo?, es el de siempre: falta de apoyo. “Ya se me acabó el dinero para seguir viajando para competir. He pedido a todas las instituciones privadas de Arequipa apoyo, no de ahora, sino desde hace tiempo, y nadie me ha apoyado”, dice y parece ser un discurso repetitivo en el deportista mistiano.
El próximo 27 de mayo cumplirá 20 años y si el panorama no mejora lo pasará en medio de un retiro abrupto y penoso. En el 2007 dijo que se iba a dar dos años de plazo para ver a dónde apuntaba. Ingresó en el 2008 al ranking del ATP, actualmente tiene 10 puntos, y es el sexto peruano mejor ubicado. “Quizá si me hubieran convocado a la selección de la Davis (jugará contra Ecuador) hubiera empezado a viajar, pero no me convocaron pese a que me correspondía estar en la selección por puntaje”.
Pronto tendrá que tomar una decisión. “La cuestión es seguir jugando o estudiar. Deportivamente me siento muy bien, sé que puedo dar más, mejorar, pero el problema es que no tengo auspicios, nadie apoya”, se resigna.
No sería el único caso de que un deportista decida dejar de competir por falta de apoyo. “Espero que alguien se apiade de mí jajaja”, al menos no ha perdido las ganas de bromear.
El próximo 27 de mayo cumplirá 20 años y si el panorama no mejora lo pasará en medio de un retiro abrupto y penoso. En el 2007 dijo que se iba a dar dos años de plazo para ver a dónde apuntaba. Ingresó en el 2008 al ranking del ATP, actualmente tiene 10 puntos, y es el sexto peruano mejor ubicado. “Quizá si me hubieran convocado a la selección de la Davis (jugará contra Ecuador) hubiera empezado a viajar, pero no me convocaron pese a que me correspondía estar en la selección por puntaje”.
Pronto tendrá que tomar una decisión. “La cuestión es seguir jugando o estudiar. Deportivamente me siento muy bien, sé que puedo dar más, mejorar, pero el problema es que no tengo auspicios, nadie apoya”, se resigna.
No sería el único caso de que un deportista decida dejar de competir por falta de apoyo. “Espero que alguien se apiade de mí jajaja”, al menos no ha perdido las ganas de bromear.
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