Woodman llegó sorpresivamenta a Arequipa
















Visitar Arequipa siempre ha sido traumático para Arturo Woodman. Alérgico al periodismo arequipeño al que trata de evitar siempre que las circunstancias lo piden, el presidente del Instituto Peruano del Deporte - Nacional llegó otra vez a la Ciudad Blanca en silencio. Fue su visita tan inésperada que nadie del IPD-Arequipa fue recogerlo del aeropuerto internacional "Rodríguez Ballón". Hasta los taxistas que pululan en la zona de desembarque lo reconocieron pero ninguno de sus trabajadores estuvo presente lo que para un personaje como él habrá sido como un insulto a su investidura.
"¿Nadie ha venido del IPD?", preguntó al único periodista que. luego de atraverse a abordarlo, coincidió con él en el terminal aéreo. "Mi visita no es oficial", dijo. Creíble su versión porque si hubiera sido oficial por lo menos el IPD hubiera mandando un taxi para recogerlo. Pero se contradijo porque detrás de él estaba el ingeniero Germán Valdivia, el autor del perfil técnico de la pista de atletismo que se piensa instalar en el estadio "Umacollo". Ambos portaban files con el logotipo oficial del IPD y uno de ellos se distinguía por su letras negras que formaban las palabras: pista de atletismo. No trajeron más equipaje que esos documentos. En otra palabras como es constumbre la visita iba a ser fugaz.
Esperó 5 minutos prudenciales y cronometrados intuitivamente. No vió la camioneta blanca del IPD, ni el volkswagen celeste del presidente del IPD-Arequipa (José Llerena Yáñez) y tomó una decisión pragmática como está aconstumbrado a hacerlo. Paró un taxi y partió con visible molestia.
Presumiblemente partió al Gobierno Regional de Arequipa para reunirse con las autoridades mistianas y de una vez terminar con el gran dolor de cabeza que le ha causado la instalación de la pista de atletismo.

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