El sueño internacional terminó, ahora a ganar la Liga1

 


Melgar terminó su participación en la Copa Sudamericana 2022 con un lógico sinsabor luego de perder en casa 0-3 ante Independiente del Valle.

No fue necesario esperar el final del partido en el Monumental Arequipa para resignarse a la eliminación. IDV que en la ida prácticamente definió la semifinal al ganar 3-0, llegó a Arequipa a jugar con la desesperación de los rojinegros por conseguir igualar la llave.

Un gol de contragolpe, otro que nació de un lateral y el tercero que inventó Segovia para fusilar a Cáceda, tiraron por los suelos cualquier intento de justificar una derrota ante un equipo que ganó con la pelota en los pies y tuvo un mejor IQ táctico.

A estas alturas buscar explicaciones hepáticas es lo más fácil. En la tribuna, donde todos se creen entrenadores, los dedos apuntaban a mansalva a la zona técnica de Melgar.

El responsable es el técnico, es el consenso. Lavallén terminó con la “lorenzeneta”, que fue esa forma de jugar del técnico Néstor Lorenzo que tanto éxito le dio Melgar al ganar el Apertura y avanzar hasta cuartos de final de la Sudamericana.

Con el resultado global (0-6) definido se sacan conclusiones claras como la falta de estrategia. Melgar viajó a Quito para la ida para plantear un partido de tú a tú, que era tomar un riesgo válido; pero cuando llegó el 0-1 en contra y pensando que aún faltaba 90 minutos en Arequipa, lo más sensato y mezquino era meter candado a esa mínima diferencia.

Pero Lavallén no tiene ese estilo. Dijo, cuando llegó a Arequipa, que le gusta ser ofensivamente más frontal, sin mucha transición de la pelota sino ser más explosivos, sin elaborar mucho que era el juego de su antecesor implantó. Bueno, esa idea le costó perder el partido de ida por 0-3.

Para remontar la goleada no solo se necesitaba ser más futbolísticamente sino buscar un milagro porque al frente se tenía un rival de jerarquía internacional, que estos partidos los ha disputado en varias oportunidades y que no por nada fue subcampeón de una Libertadores (2016) y campeón de la Sudamericana (2019).

IDV con el 3-0 en el bolsillo vino a hacer lo más lógico. Metió 5 defensas, una línea de volantes con 4 hombres y un solo atacante. Pero la estrategia fue completa. Desesperaron más a Melgar y a la tribuna en cada ocasión que tuvieron para hacer tiempo, sacaron de las casillas a un rival que salió mentalmente presionado por igualar el marcador.

Pese a ese cerrojo ecuatoriano Melgar anotó dos goles que fueron anulados por posición adelantada. Esa misma cantidad de goles y por el mismo motivo también le anularon en el partido de ida.

Quevedo arrancó de titular luego de estar condenado a la suplencia por Lavallén y lógicamente no marcó diferencias porque no tuvo espacio ni tiempo para desequilibrar a una defensa que siempre estuvo respirándole en la nuca.

Neutralizados los dos extremos (Ramos y Reyna), y con sus tres atacantes: Iberico, Cuesta y Quevedo sin espacios, era muy poco lo que se podía hacer ofensivamente. Entonces debía aparecer otras alternativas como la de Pérez Guedes, pero como en la ida estuvo errático.

Ya desde los 20 minutos del complemento, algunos hinchas abandonaron el Monumental Arequipa más resignados que enojados.

Para Melgar llegar a esta semifinal fue dar un salto de calidad en sus 107 años de vida institucional.

En frío fue un campañón que merecía un mejor final y que lamentablemente se ha cubierto con un manto de frustración por las frías estadísticas: 0-6.

Al estadio agustino asistieron más de 35 mil espectadores que pensaron en que sí era posible el milagro porque veían a su equipo capaz de hacerlo. Esa ilusión demuestra que este equipo que décadas atrás solo provocaba desilusión, que en algo se ha mejorado y que hay que seguir apostando por el mismo plan, aunque también hay que buscar otros protagonistas.

Esta eliminación se ha tomado con calma. Otros análisis más profundos se harán en la interna, qué paso estas últimas semanas, quizá hay detalles que no salieron a la luz pero que alteraron el día a día.

Ahora y no es premio consulado, queda ganar la Liga1 y llevarse la tercera estrella.

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