Ha fallecido Pelé y todos recuerdan que alguna vez pisó el gramado del estadio Melgar; pero lo que pocos saben es que su estadía en la Ciudad Blanca no fue del todo grata y que el partido resultó ser un fracaso económico.
La expectativa era grande en los hinchas arequipeños por
la llegada de la “Perla Negra” y no se debía únicamente a que era considerado
el mejor jugador del mundo; sino que en la ciudad se vivía una fiebre inusitada
por estos amistosos internacionales que se iniciaron el 9 de febrero de ese
año, 1966, cuando la selección B de Argentina enfrentó a la selección de
Arequipa conformada básicamente por jugadores de Melgar, Aurora, White Star,
etc.
4,971 espectadores fueron al estadio Melgar para apreciar
el triunfo gaucho por 2-0 pese a una impecable actuación del portero mistiano
Felipe “El Cholo” Ponce.
Al notar este interés, los clubes Melgar y Aurora forman
una sociedad para traer a River Plate de Argentina con su máxima estrella, el
portero Amadeo Carrizo, considerado el mejor guardameta del fútbol argentino.
El 23 de enero, a las 2.30 p.m., se disputó este encuentro.
Melgar, debidamente reforzado, recalcan las crónicas de Correo y El Pueblo;
enfrentó al subcampeón argentino. Fue derrota 1-4. Carrizo tapó solo el primer
tiempo y recibió el único gol mistiano de autoría de Eduardo “Patato” Márquez.
La sociedad Melgar – Aurora al ver la acogida del público,
el estadio se llenó, se animó a otra empresa mucho más grande. Traer al Santos
de Brasil con su mega estrella, Pelé.
Para ello la cancha del estadio Melgar entró en refacción.
24 obreros realizaron el replantado del pasto y otro tanto mejoraban las
instalaciones del estadio. Todo tenía que quedar OK para recibir al “Rei”.
De cómo se dio el partido, del gol anulado a Pelé, etc.
lo pueden leer en esta crónica http://deporteaqp.blogspot.com/2019/08/el-gol-mal-anulado-pele-en-el-partido.html;
pero se presentaron cosas extradeportivas que malograron la estadía del Rey y
su corte.
Santos llegó a Arequipa el 5 de febrero a las 5.45 p.m.
El aeropuerto estaba lleno de aficionados que no dudaron en invadir la pista de
aterrizaje. La Policía los desalojó a punta de varazos.
Pelé fue el último en bajar del avión. Estuvo custodiado
por diez efectivos policiales, pero era tanta la gente que intentaba al menos
tocarlo que ese cordón de seguridad flaqueó en más de una oportunidad.
Correo cuenta que en el trayecto del avión a la sección
de recojo del equipaje, un bandido sustrajo la billetera del pantalón del
jugador y cuando trató de arrebatarle el reloj de oro que tenía en su mano
derecha, el Rey reaccionó de inmediato y de un certero golpe lo tiró al suelo.
El delincuente atolondrado huyó aprovechando la multitud,
mientras que el jugador era conducido a un auto particular para ser trasladado
al Hotel de Turistas en el parque Selva Alegre.
Cuando llegó a su destino los periodistas le preguntaron
sobre el robo. Respondió así: “Felizmente que no tenía ni un billete. Llevo
algunos dólares en el bolsillo del pantalón. Si hubiera sido una dama la que quería
mi reloj, se lo obsequiaba”, bromeó.
Tras este impase sucedieron algunos otros que pocos conocen.
Félix Montesinos, que era dirigente de Aurora, y el principal gestor de la
llegada del Santos en una entrevista que le hiciemos hace algunos años nos
contó que el presidente de la delegación brasileña casi “muere”.
Félix Montesinos, el dirigente que logró la llegada de Santos a Arequipa. |
“Lo que pasó es que como es de orden a los dirigentes los
llevamos a almorzar. Nos pidieron probar platos típicos de Arequipa y nos
trasladamos a una picantería de Cayma. Pidió un rocoto relleno, cuando lo probó
se puso rojo, lagrimeaba y comenzó a toser, nos asustamos mucho, casi se
muere”.
Ese puede decir fue el lado anecdótico de lo que pasó;
pero lo grave vino después. Para este partido se subió el precio de las
entradas y el público reclamó. El estadio no se llenó.
El Pueblo en su edición del 12 de febrero señala que hubo
un déficit de 231 mil soles de los 500 mil soles que había costado la llegada
de Santos.
Solo se recaudó 270 mil soles (10 mil dólares) que fueron
enviados con un emisario a Lima para ser entregados a los dirigentes del Santos
como parte del pago cuando el compromiso era cancelar todo en una sola cuota.
Hubo tal malestar en los brasileños que la Federación
Peruana de Fútbol tuvo que intervenir para apoyar a la sociedad que conformaron
Melgar y Aurora.
“Lo que no saben es que casi me meten a la cárcel. La
Policía fue a buscarme al colegio (Independencia) porque había una denuncia del
Santos, no me encontraron. Felizmente se pudo arreglar la deuda, pero en sí el
espectáculo fue un fracaso”, sentencia Montesinos, exprofesor del colegio
Independencia Americana y expresidente de la Liga Provincial de Fútbol de
Arequipa.
Comentarios