Carlos Carrizales, una
de las cabezas de Carrizales & Vidal Abogados, confesó en diciembre
pasado su intención de no tomar parte de la segunda etapa del proceso concursal
que iniciaron en Melgar en abril del 2012.
Su trabajo – explicó aquella
vez – se limitaría a lo que estipulaba la Ley: presentar el plan de
reestructuración económica a la Junta de Acreedores.
En ese entonces, con 8 meses
al frente del club, se dio cuenta que los pro eran mucho menores a los contra y
que el plan que tenían con el dominó simplemente no era rentable.
Claro está que pesó
mucho la decisión de Indecopi de disminuir sus honorarios profesionales. De los
30 UIT que recibieron hasta diciembre del 2012 a un 5% de lo que podrían
generar por concepto de ingresos (auspicios, taquillas, etc.) desde enero del
2013.
Hace cerca de dos meses nuevamente
los administradores temporales ratificaron su decisión de dejar Melgar lo antes
posible, pero no lo pueden hacer. La Ley para la Reestructuración Económica y
Apoyo a la Actividad Deportiva de Fútbol no se los permite.
Juan Morales, delegado de Melgar
ante la ADFP, es uno de los que sobrevivió a la transición al proceso concursal
y es uno de los que mantiene contacto regular con los administradores.
El viernes confesó a un medio
radial que se ha solicitado a Indecopi que apresure la convocar de la Junta de
Acreedores para que la AT exponga su plan de reestructuración económica y
termine con un trabajo que no se asemeja a lo que en un momento se pensó.
El plantel está impago desde
hace mes y medio, no se consiguió al gran inversionista ni sponsor como se
prometió, la relación con la hinchada es mala, etc. El único logro
importante fue lograr un contrato ventajoso de diez años para las transmisiones
televisivas con Gol Tv.
Morales confesó que tuvo que
convencer a los administradores que avalen el pago de la deuda a la Safap
(cerca de 70 mil dólares) para que no proceda el pedido de sancion (quitar dos
puntos) al club.
Carrizales está presionando a
Indecopi para que dentro de unas semanas convoque a los acreedores a
quienes dejará el plan de restructuración para que tomen la decisión que más
les convenga.
Mientras tanto los
socios, que con este régimen perdieron voz y voto, sueñan con encontrar
pronto a un inversor que compre la deuda total que bordea los 6 millones de
soles para volver a tomar las riendas del club.
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